{Oigo ruidos y me despierto, Jesús esta dormido a mi lado y me levanto de la cama sin despertarle. Son las 11:34, bastante tarde. Bajo a la cocina.}
Yo: ¿Qué ha sido ese ruido?
Eva: Se me han caído todas las cacerolas al suelo.
{Me agacho a ayudarle.}
Yo: Jo, que susto que me he llevado.
Eva: ¿Os he despertado?
Yo: Sólo a mi, los otros están sopa...
Eva: Lo siento cielo, es que estoy un poco mareada...
Yo: Eva siéntate en el sofá que ya terminó de recoger yo.
Eva: No no...
Yo: Si si, siéntate y termino yo y te llevo algo para que se te pase.
Eva: Muchas gracias _______.
{Se va al sofá y se tumba. Cuando terminó de recoger las cacerolas le pongo un baso de agua y le cojo una pastilla para que se le pase.}
Yo: Toma Eva, aquí tienes.
{Se lo toma.}
Eva: Gracias de verdad.
Yo: De nada, si necesitas algo más me dices eh, que te ayudo en lo que sea.
Eva: Vale mi niña.
{Sigo limpiando la cocina y me llama Eva.}
Eva: _____...
Yo: Dime Eva.
Eva: Me noto que tengo fiebre.
Yo: Ahora te traigo el termómetro.
{Voy al baño de la planta baja y cojo el termómetro. Vuelvo al salón donde está ella.}
Yo: Toma. Voy preparando los trapos con agua fresquita por si acaso.
Eva: Vale, los trapos están en el armario izquierdo de la cocina.
{Saco los trapos y un balde y lo lleno de agua con los trapos dentro.}
Eva: Tengo mucha fiebre..
Yo: Me estoy asustando.
Eva: No tranquila cielo, traerme los trapos bien escurridos por favor.
{Dicho y echo, cojo los trapos escurridos y se los pongo en la cabeza. Me vuelvo a la cocina y alguien baja.}