Marina: Que grande Jesús, menos mal que alguien se ha atrevido a decirle algo y a ponerle en su sitio a la niñata esa.
Yo: Pues si, por que a la próxima si que le doy, pero bien. Oye ¿Te quedas a comer?
Marina: Venga vale.
Yo: No se si tengo gran cosa eh...
Marina: Da igual... Lo que tengas.
{Me voy al frigorífico y veo que hay musaca del otro día, la saco, la caliento y nos la comemos en la mesa del salón, viendo la tele, después recogemos y nos echamos a dormir, dormimos un buen rato, pero de repente oigo un ruido y me levanto, miro por alrededor pero no veo nada, así que me vuelvo a echar a dormir, al rato Marina me zarandea para que me despierte.}
Marina:_______, _______ despierta coño.
Yo: ¿Que pasa?
{Me levanto y me pongo a su lado rascándome los ojos.}
Marina: Mira.
Yo: Ostia ¿Que es eso?
Marina: Tiene pintas de ser.... Pero no se, huele bien.
Yo: Jo, pero hay un montón, para recoger esto...
Marina: Mira; van hacia allí y allí hay un papel doblado.
{Va a donde el papel.}
Yo: ¡Cuidado! No te quemes.
{Yo voy tras ella.
Marina coge el papel y lo lee en voz alta.}
Marina: Si sigues el camino, llegarás a tu destino.
Yo: Joder que chulo, vamos a seguirlo.
Marina: Pues a mi me da miedo.
Yo: Ui si cuidado, que igual te come el coco.
{Me río.}
Marina: Serás idiota...
{Me pega en el brazo y seguimos el camino, está vez yo voy delante.}