CAPITULO 37

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{Dani miro a Marina como si hace mucho que no la viese. Marina de había cambiado de ropa y estaba muy guapa.}

Marina: Dani... ¿Que miras? ¿Tengo algo?

{Se toca la cara.}

Dani: Sí.

Marina: ¿Lo qué? ¡Quitamelo!

Dani: La sonrisa mas bonita que he visto. Y no te la quitare por nada del mundo.

{Eva y Patricia están hablando, parece que se han echo muy buenas amigas. Mi madre esta hablando con Jesús.}

Mi madre: ¿Y tu Jesús? ¿Qué tal con _______?

Jesús: Eh... 

{Se puso rojo, es muy tímido.}

Jesús: Muy bien.

{Me acerco a ellos por que se ve que Jesús está pasando un mal rato. Eva y Patricia están hablando mientras Dani y Marina están recuperando el tiempo perdido.}

Yo: Mamá, no seas cotilla.

{Me siento encima de Jesús.}

Mi madre: Solo preguntaba que tal iba vuestra relación.

Yo: Muy bien, hemos pensado hasta en casarnos y cuantos hijos tener.

Mi madre: ¿Qué dices?

Yo: Joder mamá que es una broma.

Mi madre: Más te vale mona.

{Jesús me estaba acariciando la pierna...}

Eva: Bueno ¿Vamos?

Mi madre: Venga sí.

{Salimos del hospital, Dani llevaba la bolsa de ropa de Marina e iban agarrados de la mano. Las madres iban detrás de ellos y finalmente Jesús y yo, que hoy Jesús estaba juguetón... Cuando llegamos a los coches nos montamos los gemelos y yo con Eva y mi madre y Marina se ca con Patricia, que tienen que ir a casa.}

Dani: Que guapa que iba por dios.

Eva: Que comparación de cara al entrar y al salir del hospital, parece que te ha tocado la lotería.

Dani: Me ha tocado, pero con ella.

{Yo iba en medio de los dos y Jesús seguía haciéndome caricias en la pierna.}

Yo: Como estas hoy ¿Eh?

Jesús: Igual que siempre.

{Me guiña el ojo. 

Dani me dice algo al oído.}

Dani: Hostia como esta Jesús ¿Eh? Desatado perdido. {Se ríe.}

Yo: Anda calla calla que tu contento tienes que estar también.

{Me mira con cara de asesino.

Cuando llegamos cada uno se va para su casa.}

Mi madre: Te dejo estar con Jesús por que es Jesús y lo conocemos eh, que si no tu no estarías con nadie.

Yo: Ay mamá por favor, que no aguantas ni una simple broma.

Mi madre: Ya broma...

Yo: ¡Pero como no va a ser una broma si tenemos 15 años!

Mi madre: Bueno...

{Estoy flipando con mi madre, así que decido subir a mi habitación.}

Historia de verano. Segunda parte.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora