CAPITULO 47

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{No pasan ni cinco minutos desde que Jesús esta sentado en el bordillo cuando toca el timbre. Al principio no quería levantarme a abrir pero dice algo.}

Jesús: Cielo, ábreme por favor.

{Me levanto, tengo todo el maquillaje corrido de estar llorando.}

Yo: ¿Que quieres?

Jesús: ¿Has estado llorando?

Yo: ¿Como quieres que este? No voy a montar una fiesta. Vete al grano que no tengo ganas de hablar, y menos con tigo.

Jesús: Lo siento de verdad.

Yo: Da igual, si esto se veía venir, sabes lo que me hizo Laura con mi antiguo novio y aún así vas tu y quedas con ella, la besas y me mientes. No ha sido sólo una cosa Jesús, han sido tres de golpe, es normal que me quede así de mal ¿O no?

Jesús: Si que sabía lo que te hizo con tu antiguo novio, pero yo con ella quedaba como amigos para nada más y lo del beso ella se me lanzó, ni siquiera fue beso, fue un pico por que me aparte.

Yo: Ahora mismo no te quiero ni ver.

Jesús: No me digas eso.

{De sus ojos empezaban a caer lágrimas.}

Yo: Jesús pensaba que me querías, estoy enamoradÍsima de ti, no puedo pasar un día entero sin verte, nunca había sentido esto por alguien, pero para que si después todos te hacen lo mismo...

Jesús: Yo también estoy enamorado de ti.

{Eso me podía haber alegrado un poco, pero nada.}

Yo: Lo siento, pero no te creo.

{Estaba llorando que no podía más.}

Jesús: Soy un cabrón, lo sé, pero eres tu la chica a la que quiero. Lo de Laura fue una encerrona que me hizo ella...

Yo: Yo para empezar no quedaría con un chico sabiendo que te quitó la novia.

Jesús: Que se que está mal, pero joder no sabía lo que hacía.

Yo: Adiós Jesús.

{Cerré la puerta y me tire a llorar al sofá. Mis padres me habían mandado un mensaje diciendo que iban a pasar el finde fuera con Eva y Carlos. 

Después de la primera semana de clase estar deseando que llegar el fin de semana para tener movida con Jesús. Es viernes y como mañana no hay que madrugar no me importaba no dormir a la noche, pero de repente alguien llama a la puerta, me asusto por que ya es tarde pero me levanto a abrir.}

Historia de verano. Segunda parte.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora