One shot, Two shots [YOONMIN]

Two Shot

Después de una semana...

Bien, hoy es el "Gran Día". Taehyung está por casarse dentro de unas horas y sigo sin encontrarle sentido a todo esto, a pesar de ser su mejor amigo nunca me contó que estaba saliendo con alguien y peor aún, se iba a casar.
Recuerdo que fue como una bomba.

Sin filtro lo dijo.

—Tengo novio y me casaré dentro de un mes.— dijo ni bien se sentó y yo de la impresión escupí mi café.

—Mierda— dije enfadado— Si vas a darme ese tipo de noticias hazlo cuando no tenga nada en la boca, cometerías homicidio por atragantamiento.

—¿Es en serio? Qué dramático Min...

—Sí, muy en serio, y yo debería hacer esa pregunta porque rayos... no tiene sentido...

—¿Qué cosa?

—¿Taehyung y matrimonio? No va. No hay sentido, es como decir que no amo el café y yo lo amo y mucho.

—¿Como vas a comparar café con una persona?

—Bien, nos estamos desviando del tema. Mi punto es, ¿estás seguro?, ¿por qué recién vengo a enterarme? Y
¿Cuánto tiempo llevas saliendo con él?

—Muchas preguntas, Min.— dijo en tono cansino— Pero sí, porque estos últimos meses he estado ocupado y era difícil poder reunirnos y llevo saliendo 6 meses con él y nunca en mi vida he estado tan seguro como ahora.

—Bueno, si estás tan seguro... Felicidades hermano.— dije con una pequeña sonrisa y unas palmadas en el hombro— Cualquier decisión que tomes estaré para ti hermano, no lo dudes, te apoyaré.

—Gracias Yoongi... Gracias.— dijo con entusiasmo.

Me miré al espejo para dar unos últimos retoques a mi cabello y enderezar mi corbata.

Algo que detesto de los compromisos muy a parte de lo que conlleva a atarse a alguien más; es el traje formal, usarlo junto a la maldita corbata apretándote es sofocante, pero la situación lo requiere.

Bien creo que no estoy nada mal... En realidad nada me queda mal.

Miro el reloj a través de mi espejo y noto que aún tengo tiempo con un delicioso café en mi mente hasta que...

—Ja... Lo olvidó...— dije mirando aquel objeto colocado en mi mesa de noche reluciendo por el sol que atravesaba en mi ventana.

—Park Jimin... ¿qué será de ti pequeño?— dije aún con el recuerdo fresco de aquella asombrosa noche.

Ese chiquillo fue el mejor polvo que tuve en toda mi vida.

A la mañana siguiente de aquel acontecimiento, despertar y ver su cabello revuelto y sus hombros con pequeñas manchas violáceas como muestra de lo sucedido la noche anterior y la luz a través de mi ventana resaltando aún más sus facciones hizo que algo en mí despertara y no me refiero a mi pene.

Verlo dormir tan pacíficamente era abrumador, pero no podía tener este tipo de pensamientos profundos que llevan a ciertas emociones. Él solo es un chico que quería divertirse tanto como yo y solo eso.
Así que con esa idea en mente moviéndole un poco el hombro comenzó a parpadear hasta adaptarse a la luz de la mañana.

—Mmm... Buenos días.— dijo con una sonrisa haciendo que sus desaparezcan.

—Buenos días, pequeño. ¿Cómo te sientes?