Thirty 《Epilogue》

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—Por favor... Por favor...

No, no podía permitirlo. Ya no aguantaba tanto dolor.

—Déjalo... déjalo... ¡DÉJALO!

Solo fue un sueño... Un mal sueño.

¡Jimin! —El castaño giró para ver quién era, se dio con la sorpresa de que era Yoongi. Solo atinó a llorar y abrazarlo. Abrazarlo fuertemente porque tenía miedo de que no fuera real. De que él solo estaba en su imaginación.

—Yoongi... Estás aquí —dijo entre hipidos.

—Sí, cariño. Estoy aquí —mientras lloraba, sonrió y Yoongi besó sus mejillas y cuello.

"Cariño".

Qué bonito sonaba, sobretodo de alguien que había robado suspiros y ganado su amor.

Jimin estaba tan emocionado que no se había percatado de alguien más en la habitación de hospital.

Esperen. ¿Un hospital?

Yoongi lo soltó y presionó un botón rojo al costado de su cama. A continuación, una joven llegando casi a los treinta apareció con agitada por haber corrido. Otra chica vestida de enfermera apareció detrás de la doctora.

—¡Señor Park! Por favor, recuéstese. Permítame presentarme, soy la doctora Michelle —dijo la morena mientras acomodaba los pequeños cables y la cánula entre sus fosas nasales. De su bata sacó una pequeña linterna y miró cada ojo del chico. —Siga la luz , ¿de acuerdo? —Jimin asintió. —Bien, sus reflejos son los adecuados. —luego observó la pantalla que medía su pulso cardíaco.

La enfermera apuntaba en unas hojas todo lo que la doctora le indicaba. Lo poco que podía entender, era que sus signos vitales estaban estables.

—Bueno, se encuentra bien. Lo más recomendable es que se quede aquí dos días más y luego le daremos de alta tenemos que hacerle unos exámenes para descartar ya que quedó en coma luego de la operación que tuvimos que hacerle al estómago. Usted se salvó de milagro, señor Park. El veneno que ingirió era letal, dañó un poco sus paredes estomacales. Pero su cuero respondió muy bien. En cuanto a los hematomas, los cortes y todo eso, están en casi su totalidad curadas.  Si siente hormigueos en su cuerpo al moverse, es normal. Ha estado un mes sin hacer movimientos, pero no es tan grave. Solo trate de no moverse mucho, hágalo poco a poco.

¿Un mes?

Jimin solo asentía sorprendido, luego miró sus manos y sí, estaba recuperado. Veía que pequeñas uñas empezaban a brotar por sus dedos. Estaban un poco hinchadas y se veía la carne roja y reluciente, pero no dolían.

—Bien es todo, lo dejaremos descansar.

—Doctora, Michelle ¿Podría quedarme un rato más con él? —dijo Yoongi.

—Claro, solo que esta vez le daré media hora. Es cierto que el paciente ya despertó, pero debe descansar.

—No se preocupe. Cumpliré con mi palabra.

—De acuerdo, señor Min. —la doctora volteó y estrechó las manos con Jimin. Ha sido un placer señor Park. Descanse, por favor. Cualquier cosa toque este botón rojo.

—No se preocupe. Estaré bien. —dijo mirando con complicidad a Yoongi.

—Lo sé. Después de todo, el señor Min ha sido un excelente enfermero. Siempre al tanto de usted.

—Disculpen... —Jimin miró hacia la persona y se sonrojó.

—Taehyung. —se sentía mal, pudo ver la mirada de tristeza en él. Sin embargo, las cosas quedaron claras entre ellos. Ya no había un nosotros.

One shot, Two shots [YOONMIN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora