Nineteenth Shot

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—Hola...

—¿Hola?... ¿Te encuentras bien, Chim Chim?

—¿Cómo quieres que me encuentre?.— dijo Jimin secamente.

—Estás enojado... Oye, amor. Perdóname, pero tienes que entenderme. No estoy aquí para hacer un tour, estoy trabajando para tener un mejor futuro por nosotros, para ayudar a mi familia. Es el trabajo de tantos años de mi padre... No puedo ver que eso se destruya.

—Lo sé... Yo, lo siento... Estos días han sido muy estresantes... Es todo.— suspira.


Y vaya que estresantes, sobretodo en el trabajo. Al parecer Jungkook se había trazado como meta hacerle la vida imposible al chico. Si antes disfrutaba su trabajo, ahora lo odia...

Jungkook se la pasaba haciendo otra cosa en vez de trabajar, también solía tener errores o si hacía las ediciones se demoraba más que de costumbre. Jimin no era un "soplón", él no acostumbraba a dar quejas por el desempeño de su equipo ya que siempre fueron eficientes y muy organizados. Pero Jungkook estaba haciendo méritos para decirle al señor Seo Joon; sin embargo, le daría otra oportunidad. Lo raro de todo es que Jungkook seguía tratando igual a Jimin, es como si nunca nada hubiera pasado entre ellos  y eso le hacía pensar y dar vueltas al asunto. En cambio, Jimin se volvió un poco distante con el azabache.

En cuanto a Yoongi... ese era otro caso, se volvieron más unidos, pero a la vez distantes. Como se sabe, ahora que Jimin está solo en el departamento, Yoongi decidió que lo mejor era mudarse con él por un tiempo, hasta que viniera Taehyung. Debido al trabajo Yoongi y Jimin se distanciaron un poco porque cada uno venía con sus problemas en la espalda. Hoseok se había empeñado también en hacerle a Yoongi todo más difícil.

Solo se veían en las mañanas y noche; en las mañanas: al despertar y desayunar, luego darle un aventón a Jimin, en las noches: al recoger a Jimin, cenar y luego al dormir (el castaño en la cama de Yoongi y el pelinegro en el sofá cama de la sala). Últimamente los dos discutían por cualquier cosa ya que el estrés los consumía. Ya luego hablaría con Yoongi, no podían seguir así.

—¿Y eso?... Es raro escucharte decir eso, amor. ¡Tú disfrutas trabajar ahí!

—Lo sé... Solo que...— él nunca le contó que Jungkook trabaja en la editorial, no lo creyó necesario, pero si le contaba era seguro que Taehyung sabía sobre Jungkook. Algo le decía que así era.— Olvídalo, no quiero agobiarte con mis problemas, cariño...

—Nunca lo harás, amor. Recuerda nuestros votos: En las buenas y en las malas; en la salud y en la enfermedad... Hasta que la muerte nos separé y-

—Si...— dijo Jimin susurrando con la voz entrecortada. Quería llorar porque sentía que le estaba fallando a Taehyung, faltando a sus votos y a su matrimonio.— Extrañaba esto... Escucharte, promete que nos comunicaremos más seguido.

—Chim... — se sentía la duda desde la otra línea. Jimin ya sabía la respuesta que le daría, pero quería que él le diera ese granito de esperanza.— ... Lo prometo... Eso espero... ¡Pero te amo! Y no quiero que dudes eso, ¿si?

Nunca, sé que lo haces...— "Y yo...".— Bueno... tengo que irme, ya estoy por terminar de hacer correcciones y luego me iré a descansar.

—Sí, amor descansa. Yo en cambio, tendré un madrugar con mi padre.— Jimin podía imaginar cómo el de cabellos cenizos hacía uno de sus característicos pucheros.— Te amo. Por cierto, ¿Yoongi te está cuidando bien? No deseo que nada malo le pase a mi bebé.

—Sip. ¡Hey! Ya te he dicho que puedo cuidarme solo, pero si te hace sentir mejor; él es mi medio de transporte y comida.— dijo Jimin sonrojándose porque a pesar de haber tenido ciertos deslices con el humor del pelinegro, el chico era muy atento con Jimin. Lo hacía sentir especial, siempre al pendiente de él.


One shot, Two shots [YOONMIN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora