Twentieth Shot

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¿Aló?

—¿Jimin?

Te equivocas.— dijo con una sonrisa en los labios.

—¿Ju-Jung-Kook?.— su voz se escuchaba entrecortada. Mierda, siempre lograba volverlo vulnerable. El Yoongi de antes...

Hola... Suga.

—¿Por qué...? ¿Dónde está? ¿Qué hiciste con él?.— su voz sonaba demandante y más gruesa.

Wow... Qué me crees, Yoongi...— se escuchó una risita en la otra línea.— Ah, cierto. Olvídalo. Está aquí conmigo. Solo que se... quedó dormido.

—Iré para allá, dame la dirección.

Puedo llevarlo, tengo auto.

—N-no... no es necesario.— No lo quería ver, tampoco quería que supiera dónde vive. No se fiaba de Jungkook...

De acuerdo. Anota la dirección.

—Bien.

Yoongi agarra un cuadernillo de su escritorio y escribe la dirección. Agradece y corta la llamada.

Algo le decía que Jimin le había mentido, pero él no podía exigirle nada al chico porque solo eran ¿vecinos?, ¿conocidos?, ni siquiera sabía qué eran, el punto es que no poseía ese derecho por más que Taehyung lo haya dejado "a sus cuidados".

Apagó, su laptop, cogió sus cosas y por último cuelga su portafolios al hombro. Sale de su oficina apresurado.

Necesitaba llegar rápido. Tenía un muy mal presentimiento acerca de todo esto. Después de llegar al ascensor, marca el botón que lleva al sótano, luego va en dirección a su auto; lo enciende y deja su maleta en el asiento del copiloto, pone en marcha su auto rumbo al departamento del azabache.

Maldice en su mente porque se sentiría la peor basura si le llegara a suceder algo a Jimin.

De alguna u otra forma Jimin le recordaba a su antiguo "yo". Ingenuo ante todo, creyendo que por recibir bonitos cumplidos, besos y caricias eran suficientes para justificar el daño emocional, físico y psicológico que provocó Jungkook en su adolescencia. Tan solo era un chiquillo de 15 años que se había "enamorado" y pasó por tanto.


—Por favor, que no te haya sucedido nada.— murmuró para sí mismo con la mandíbula apretada y los dientes rechinando de la ira.


Felizmente que no había mucho tráfico y pudo dar con facilidad al lugar, era un edificio de unos cincuenta pisos, aproximadamente; con un garage subterráneo. Dejó su auto estacionado y entró al edificio de puertas de cristal topándose con una señorita, suponía que era la encargada de dar información sobre los huéspedes.


—Buenas noches, joven.— dijo la señorita.— ¿en qué puedo ayudarlo?

—Buenas noches... Emm ¿Podría informar a Jeon Jungkook que vino Min Yoongi?

—Oh... Espere un momento, por favor.— la recepcionista se dispuso a tomar el teléfono he hizo una llamada.— Buenas noches, joven Jeon. Disculpe la molestia, vine a informar que el señor...— vio el papel donde apuntó el nombre.— Min Yoongi lo busca.— la chica hizo una pausa.— De acuerdo, lo haré pasar entonces.— Cuelga el teléfono y con un ademán con la mano le indica que pase.— Puede pasar, joven. ¿Ya sabe el número, verdad?

—Sí, no se preocupe. Gracias.


Diablos, pensó que todo eso iba a durar una eternidad.


One shot, Two shots [YOONMIN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora