One shot, Two shots [YOONMIN]

Sixteenth Shot

La luz iluminaba la sala a pesar de que la ventana estuviera cubierta por la cortina, los rayos lo incomodaban. Parpadeo un poco para acostumbrarse a ella y luego los abrió lentamente.

Se agarra de la cabeza pues el dolor es insoportable y se levanta pesadamente.

—Diablos...— Jimin no soportaba el dolor, parece que el alcohol y él no eran los mejores amigos.— necesito una aspirina...

Luego miró alrededor y se percató de que no se encontraba en su departamento, se quitó la manta con la que estaba cubierto, ya quedó tenía un poco de calor. Luego todos los recuerdos de la noche anterior le golpearon la mente y como acto reflejo corrió en busca del baño.

Felizmente lo encontró, cayó al suelo frente al inodoro y botó todo. Se sentía como la mierda...

Cómo era posible que haya echo eso... La conciencia lo perseguiría, estaba condenado.

—¿Qué sucede?.— Aparece en la puerta un joven pálido con el cabello desordenado y solo con un pantalón de pijama.

—N-nada...— Jimin se mordía fuertemente el labio, se sentía terrible, no solo física, sino mentalmente.— solo... y-ya sabes, el alcohol no es mi amigo...

Yoongi lo observa y Jimin no puede descifrar qué es lo que su mirada realmente expresa, el pálido se va y Jimin no sabe qué hacer, se siente muy débil. Vuelve a aparecer por la puerta el pelinegro y se acerca a él.

—Toma, es aspirina. Te hará bien.— le ofrece una pastilla y luego le da un vaso de agua.

—Gracias... Pero primero necesito enjuagar mi boca, sabe como a mierda...

Yoongi deja la pastilla y el vaso a un costado del lavabo, ayuda a levantar a Jimin. El pequeño se apoya en los brazos de Yoongi pues siente cómo sus piernas tiemblan. El asiente y el pálido deja que el castaño se apoye en el lavabo, este se cruza de brazos y se apoya en el marco de la puerta mientras observa al pequeño enjuagarse la boca y la cara.

Se queda embobado viendo cómo las pequeñas gotitas de agua se aferran al rostro perfilado del chico para luego seguir su camino por sus labios gruesos y luego terminar en su cuello. Jimin tiene los ojos cerrados y Yoongi le toca el hombro pasándole una toalla para que se seque.

—¿Mejor?.— dice el pálido. Sostiene la toalla que el chico le dio y la cuelga en su hombro.

—Mejor...— Jimin coge la pastillita, la traga y luego toma un buen sorbo de agua. Refrescante para su garganta.

—Puedes usar la ducha, si necesitas bañarte.

—Sí, gracias... estoy echo un desastre.—dijo el pequeño avergonzado.

—Traeré unas toallas.

—Bien.— mientras espera a Yoongi se observa en el espejo y se ve fatal, tiene ojeras y los ojos irritados.— Soy el peor...— bufa y le da una sonrisa amarga a su reflejo.

—Aquí tienes.— Yoongi le dice mientras descuelga de su hombro dos toallas.

Jimin da un respingo por la repentina aparición del pálido y voltea.—Gracias... ehhmm... me bañaré si no te importa...

—Oh, claro, lo siento... te dejo entonces. Este botón es para agua caliente y este otro para la fría.— dice señalándole los botones que se encuentran en la pared de la ducha.

—De acuerdo.

—Iré a preparar algo.

—Bien...