—¿Y bien? ¿Qué dices? ¿Hacemos el trato?— con la ilusión en la mirada estrecha su mano.
—Dame tiempo para pensarlo.— dijo el azabache. Hoseok bufa y deja caer su mano.
—Por favor... Necesito de tu ayuda. Hazlo por él.
—Ja... todo esto parece más para hacerlo por ti.
—Pero es un trueque. Tú recibes el amor de Yoongi y yo recibo mi herencia.
—Ya te dije, déjame pensarlo. Yoongi... no es idiota, además si yo lo vuelvo a conquistar será por mis propios medios.— dijo el chico cruzándose de brazos.
"¿Dejándolo casi a punto de morir?... Vaya medios Jeon..." pensó el de cabellos rojizos.
—Te lo suplico, Jungkook. Yoongi es alguien fácil de manipular y lo sabes.
—¿No te doy un poco de miedo si quiera?
—¿Por qué tendría que tenerte miedo? A mí no es a quien jodiste la vida.
—Vaya Hoseok, eres tan hijo de puta como yo.— murmura apretando la mandíbula.
—Recibirás un porcentaje de mi herencia, una buena suma de dinero. Pero necesito que tengas a Yoongi fuera, que falle en su trabajo, así mi padre pondrá toda la confianza en mí y recuperaré lo que desde un principio me pertenece.— "También porque quiero verlo sufrir..."
—Cuánto amor hacia Yoongi, ¿eh?... Te llamaré y te daré una respuesta. Hasta luego.— Jungkook coge su abrigo y sale del local donde Hoseok le pidió reunirse.
¿Y cómo Hoseok pudo dar con Jungkook? Fácil, él escuchó toda la conversación de su padre con Yoongi, el día que él pálido le había pedido a su padre que se reuniera con el azabache. Sabía perfectamente la clase de enfermo mental que Jungkook era, pero estaba desesperado y la situación lo requería. Él no tenía la culpa de haber oído tal conversación, él solo pasaba por la oficina de su padre a dejar unos documentos, pero al oír gritar a su padre la curiosidad hizo que apoyara su oreja en la puerta y al menos sirvió de algo. Se escondió y esperó a que Yoongi saliera de la oficina, luego entró como si nada y dejó los papeles a su padre.
Para suerte suya encontró un papelito en la mesa donde se hallaba un número: "997468332 Jungkook", agradecía en estos momentos haber heredado la memoria fotográfica de su madre. Algún día le serviría ese número, así que lo guardó en su memoria y se retiró del lugar.
Todo lo que tenía que llegar a hacer por recuperar lo que desde un principio fue suyo. Él no vino hasta Corea en vano, dejando a su madre sola y enferma, el corazón le dolía de tan solo verla así.
—Pronto tendremos, lo que nos pertenece, mamá... Muy pronto.
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—Ten, toma esta sopa. Te hará sentir mejor...
—No quiero~ ni siquiera sabrá a nada. ¿Cómo puedo comer algo que no tiene sabor?— dijo quejándose el mayor y dándole la espalda al menor.
—Yoongi... tienes que tomarla. Necesitas recuperarte. Cuando me llamaste estabas agonizando.— bufó el castaño.
—Sí, bueno, fue un error haberte llamado, ni siquiera sé por qué lo hice.— mira de reojo al chico parado con una bandeja en la mano. Había un plato lleno de sopa en él y tenía buena pinta, pero lo que detenía a Yoongi a probar la sopa era que le resultaba desagradable comer algo que no tenga sabor... Al menos a él.
—Mmm... No lo sé... ¡Pero deberías agradecerme! Cuando me abriste la puerta estabas ardiendo en fiebre y te aventaste encima mío, ¡pesas demasiado!
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One shot, Two shots [YOONMIN]
Fiksi PenggemarUn trago, dos tragos; la noche está empezando y él se está acercando... Yoongi un soltero que disfruta de los placeres de la vida y su mayor placer por supuesto, el sexo, se verá envuelto en líos amorosos, un matrimonio y un chiquillo que por nombre...