Twenty-third Shot

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—Jimin... ¿dónde estás? Necesito hablar urgentemente contigo, por favor, llámame.— corta la llamada y suspira. Se limpia las manos sudorosas en los pantalones.


Y pensar que hace unos días todo iba bien...



—Señor. Todo indica que el correo se mandó desde su computadora.— dijo el técnico encargado en la empresa. El chico llevaba años trabajando con los Min.

—¿A-a qué te refieres...?

—Eso, que el correo no fue enviado desde otro lugar. Tal parece que se envió desde aquí.

—¿Eso es posible?

—Bueno... No quiero sonar irrespetuoso, pero... ¿No está viendo? Es posible, sobretodo si es uno de los buenos hackers.

—Necesito las grabaciones. Quiero saber quién entro y salió durante estos días a mi oficina. ¿Las cámaras funcionan las 24 horas?

—Todo el día, señor. Pero hay un pequeño problema.

—¿Cuál?

—Pues... Ya... no le corresponde pedirlos...

—¿Por qué?

—Ya no trabaja aquí, señor.... Me despedirían si se enteran que le entregué algo perteneciente a la empresa.

—Puedes hacer una excepción, Baekhyun, por favor. Yo te ayudé con tu familia, ahora solo necesito un favor, solo uno.


Baekhyun gira la cabeza hacia la computadora y suspira. El joven Min tenía razón, él lo había ayudado cuando más lo necesitó, pagando la operación de su pequeña hermana.— De acuerdo, buscaré esas grabaciones.— la curiosidad lo tentaba... "¿qué es lo que contiene este correo?"
Y con sus dudas en el aire, se levantó del asiento y salió rumbo a las oficinas de monitoreo de la empresa.

Yoongi soltó todo el aire que había retenido. Estaba ansioso, sobretodo porque Jimin no respondía sus llamadas y mensajes. Solo esperaba y rogaba que esas fotos eran un simple montaje. Se sienta y vuelve a abrir el documento adjunto y otra vez esas fotos... sus ojos reteniendo y memorizando cada detalle. Hasta que su rostro palideció de nuevo... No lo había notado, pero ese correo que envió las fotos, era SU correo... ¿Era posible eso? Alguien había hackeado su antiguo correo. Él era el único que sabía ese correo y...


—Jungkook...— definitivamente ya no le quedaban dudas. Parece que Jungkook le dejó en claro que había sido él... "demasiado fácil..." Yoongi recordaba a Jungkook más calculador, era preciso en todo lo que hacía, no le gustaba cometer errores... Pero aún así había algo que no encajaba en todo esto.— ¡Mierda!


Una llamada sobresaltó al pelinegro, era su celular. Nervioso coge el teléfono y se da cuenta que es un numero no registrado. Desliza su dedo en el botón verde.— ¿Aló?— sentía que se ahogaba, como si la garganta se le hubiera cerrado.— ¿Aló?— Nada... nadie habló desde la otra línea.— Sé que eres tú... Si... Si le sucede algo a Jimin juro que me las pagarás, lo juro... Ya no te tengo miedo. ¡No soy ese chiquillo idiota! ¡No más! ¡Hijo de puta!— cuelga la llamada y aprieta el teléfono mientras lágrimas amargas caen de sus ojos.


                                  

—Ohh... mi precioso niño. Tan bello, tan puro, tan virgen... Para después ser corrompido por mi esencia, marcado por mis manos. Estás atado a mí y nunca te dejaré ir, porque el destino así lo quiso, te puso en mi camino y yo solo tomé lo que es mío...— alza la mirada del cuadernillo y lo fija en ese pequeño y níveo cuerpo.— ¿Te gustó? Lo acabo de escribir, me inspiré en ti, Suga.

One shot, Two shots [YOONMIN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora