Nos Conocimos En París /Terminada

Capítulo 27: Todo Sea Por Ti

***Relatado por Mónica***

Estas semanas han sido tranquilas, tanto quería esto. Nunca pude tener una vida normal hasta que Demon me salvó de "el" o bueno, de su poder de hacer que las personas mueran.

Las cosas me están saliendo bien, pronto me iré a California a tener una nueva experiencia conociendo América, luego iré poco a poco viendo los demás países. Ojalá que me encuentre con Celeste.

Yo la conocí en el Bistro de los Bellamy, se sentó conmigo y comenzó a platicarme de todo lo que su novio le había preparado ese día por su aniversario. En ese entonces me recordaba que yo estaba de novia con Martín.

Si me pregunta sobre el tendré que decirle la verdad, ya no estamos juntos por una mentira que inventé yo. Obvio tengo mis razones para hacer esto.

¿Y si hubiera escapado con Martín para que hubiera vivido con el?
¿Cómo sería si my prince estuviera aquí?
¿Me ama todavía?

En eso llegó Demon proponiendome algo...

-No me gusta que estés encerrada, sería mejor que salieras.

-Estoy bien aquí Demon, pero no me haría mal salir a caminar un poco. ¿Vienes conmigo?

-A la orden mi vida.

Me puse una de mis camisetas largas con una rosa en medio, mis jeans negros y mi cartera. Salimos y vimos que en una esquina había un cartel que anunciaba la llegada de Moon, un artista muy reconocido.

-¿Quieres ir a verlo Mónica?

-Hace mucho tiempo que no voy a una exposición de arte, no sería mala idea.

-Bien, es este jueves en la noche, podemos ir antes de que nos vayamos a California.

-Esta bien, ¿quieres entrar en ese restaurante? Tengo un poco de hambre.

-Claro.

-Ooooh espera, tu no comes. Lo había olvidado.

-Por eso no te preocupes mi vida.

En eso entramos y la ropa de Demon cambio como la de un chico común y corriente. La recepcionista nos hablo a los dos y primero se dirigió a Demon; como si quisiera coquetearle.

Me puse algo celosa, no se por qué pero no me gusto para nada que tratara de hacer eso, ja si tan sólo esa mujer supiera que le esta coqueteando a la misma muerte. Sería gracioso ver la expresión de su cara.

Después de darnos nuestra mesa y pedir la orden nos dejo con un mesero. Luego de eso Demon noto mi disgusto por la escena que le hizo esa mujer tan vulgar...

-¿Por qué te enojas? ¿Acaso no te he  dicho que eres mucho mejor que todas las otras? ¿No estas segura de que yo te amo?

-No es eso, pero esto nunca lo había sentido y es raro. Es que es tan molesto que todas las mujeres traten de hacer eso con cualquier hombre que ven.

-Déjame decirte que esto ya lo haz sentido pero no lo recuerdas. Me refiero a la vez que te conté que Martín e Isabella estaban juntos.

-Pero eso no me importaba. Ya me daba igual que Martín se consiguiera a otra, más bien, siempre lo esperé de el.

-No confías en el.

-Confiaba.

En eso nuestra orden llegó y el mesero comenzó a hacerme guiños y tocó levemente mi mejilla. Ahora los papeles se invierten. Demon fulmino con la mirada al mesero, el solo me veía de lejos pero eso a la querida muerte le enoja mucho.