Destinado [Bnior] EDITADA

Prólogo: Primer encuentro

Cuando uno es niño no sabe realmente el sentimiento de querer hasta que vemos que hemos perdido aquello que sabíamos que nos pertenecía. ¿Cómo sabía yo que amaba a mi padre? Casi no convivía con él, en raras ocasiones me preguntaba sobre mi día o me contaba sobre el suyo, pero aún así sabia que lo amaba, ¿cómo podía saberlo?

En una parte del lugar pude escuchar el sollozo de mi madre, podía ver a través de ella y lo único que había eran pedazos de su ser cayendo en pequeñas porciones. Quizás era eso, sabía que lo amaba porque el día que dejó de estar en este mundo se había llevado una parte de mí, una que nunca regresaría.

Claro, no pude comprender eso hasta que maduré, entenderlo a la edad de 7 años es difícil, no entendía del todo por qué papá estaba durmiendo en una caja en lugar de la confortable cama que tenía con mamá ni por qué todos lloraban como si él no fuera a despertar, porque él lo haría, ¿no es así?

Mi tía mantenía un semblante abatido mientras caminaba con movimientos silenciosos por el lugar como si no quisiera despertar o molestar a alguien, sólo miraba a mamá desde una distancia considerada como si sintiera pena por ella. 

Mis ojos divagaron por curiosidad por toda la sala en donde pude observar a personas que no reconocía, entre todos ellos, justo al lado a la caja en donde se encontraba papá una rosa de un rojo vivo cayó al suelo, la miré, era hermosa pero por algún motivo me inspiró tristeza.

—Lo siento

Un escalofrío recorrió mi espalda, la necesidad de alzar mi mirada comenzó a molestar, me sentía observado.

— ¿Tú...quién eres? — Logré articular en un susurro.

No respondió, sin embargo ahora sé que ese fue mi primer encuentro con él, con La Muerte.