Extra 1: YugBam

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La casa se encontraba extrañamente silenciosa, le resultaba fuer de lugar pese a que siempre, desde que sus hijos se habían marchado, había sido así. Su esposo siempre trabajaba en su estudio sobre alguna cosa pese a ya no asistir al hospital o estaba leyendo algún libro y ella simplemente estaba ocupada en alguna cosa que la mantuviera entretenida.

Ya habían pasado ocho meses desde el fallecimiento de su marido, una enfermedad silenciosa le había visitado y por ello fue inevitable tratarla al tiempo adecuado dando como consecuencia la muerte de Park Jinyoung a sus sesenta y cinco años de edad, demasiado joven a decir verdad. Aún pensaba en él y su corazón dolía, le extrañaba demasiado, no podía negarlo, más que ser su esposo era su mejor amigo, su compañero en cualquier situación, y ahora la había dejado sola.

En aquel momento, mientras se encontraba sentada en la mecedora del living con la oscuridad siendo visible y levemente apaciguada por la lámpara del lugar reflexionó sobre aquellos días difíciles que tuvo el mayor cuando su madre y hermano fallecieron y no pudo evitar sentir su corazón oprimido, él realmente había sido muy fuerte pero ella...ella dudaba que así fuera.

—  ¿Aún lo dudas?

Su respiración se detuvo tan sólo por unos segundos, donde pareció que su imaginación le engañaba, más no era así, ¿podría ser que aquel chico era real y no sólo había aparecido en sus sueños de adolescente?

— Tú...Gyeomi. — Susurró mientras cubría sus labios con sus delgados y blancos dedos sorprendida, sentía su mente despejarse poco a poco, donde en los recuerdos que tenía de cada salida a comer o en cada momento donde se encontraba el rostro de su difunto esposo aparecía la persona frente a él, aparecía Kim YuGyeom.

El muchacho alto la miró, caminando hacia ella y cayendo de rodillas, su rostro dando hasta su regazo mientras las lágrimas corrían por su rostro.

— Perdóname. — Pidió en un sollozo. — No tuve otra opción más que dejarte, así que por favor, perdóname.

La mujer sonrió lentamente, con cuidado acaricio los cabellos de la persona frente a ella, ¿perdonarle? pero si él no había hecho nada malo realmente.

— No tengo nada que perdonar. — Susurró, el joven levantó la mirada un momento para mirar como los ojos de ella brillaban. — Desde que te conocí, hace más de cuarenta años he sido tan... feliz, mi pecho ha dolido todo este tiempo, ¿ha sido a causa tuya?

—  Lo siento por lastimarte de esa manera, si sólo no hubiera sido tan ambicioso y no hubiera unido nuestros destinos tú no tendrías que pasar por esto.

La mujer de avanzada edad le miró, tomó con ambas manos su rostro y habló con voz dulce:

—  No me importaría pasar por ello de nuevo con tal de mirarte una vez más...luces exactamente igual que aquella vez que nos conocimos. — Rió levemente. — En cambio a mí los años me han pasado factura...

El pelinegro tomó sus manos haciendo detener sus palabras. — Eres el ser más hermoso que he conocido.

Ella le sonrió con cariño, ¿era posible sentir tanto por alguien?

Los meses pasaron, dando paso a los años, Yugyeom se pasaba todos los días por la casa de aquella mujer de plateados cabellos, él solía sentarse y mirarla coser alguna bufanda o gorro para sus nietos que solían visitarla de en vez en cuando o a veces solía poner alguna canción lenta junto ella y bailar lentamente hasta que esta terminara, esos momentos eran hermosos y únicos para ellos.

Aquella tarde era particularmente silenciosa y tranquila, el invierno había llegado, fuera estaba nevando y pese a que todo estaba cerrado en la casa eso no impedía que el frío se hiciera presente dentro de la misma, Bam pese a estar cubierta por un suéter de lana y una bufanda no dejaba de afectarle la baja de las temperaturas, una ligera tos le acompañaba además de que se había hecho más sensible al frío, sin mencionar que sus movimientos eran menos frecuentes.

Por tales motivos YuGyeom intentaba estar con ella, tal como en ese momento. La música sonaba ligeramente por la estancia, dando un toque relajante, él se encontraba sentado en el sofá junto a Bam, la cabeza de la mujer estaba recargada en su hombro descansando, mientras el chico pasaba su brazo por sus hombros e intentaba que la cobija no se cayera de sus hombros.

Sintió los fríos dedos de ella acariciar su mano, no pudo ver su expresión, pero sintió algo dentro de él moverse.

—  ¿Sucede algo? — Preguntó dulcemente.

Ella negó levemente. — Gracias, Yu.

Él no respondió. Un escalofrío recorrió su espalda y lo supo en ese momento pero aún así no se movió, ella estaba bien, ella ahora estaba descansado. En silencio dejó que sus lágrimas tomaran rumbo mientras apretaba hacía sí el cuerpo de Bam.

Gracias, Yu. Gracias por estar conmigo antes y ahora, eres lo mejor que pudo pasar en la vida. Hasta la próxima, cariño.

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Aún falta otro extra :^)

Otra cosa, estén pendientes de mi cuenta (@lala_80), se viene YugBam con un pequeño, travieso y divertido Jinyoung :^

Actualización 2020: se subirá pronto un extra más y posiblemente un especial por los dos años de la historia dentro de poco (solo que termine de editar la trama)^^ por favor esperenlo.

Destinado [Bnior] EDITADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora