14.- Perdido.

318 55 9
                                    

Con ojos irritados noté como la luz del sol comenzaba a verse por una parte de la ventana de la sala de estar, no había podido dormir ni un poco tan siquiera, el dolor no me dejó. Con la cabeza martillando me puse de pie usando más fuerza de la que creí, la cabeza comenzaba a darme vueltas pero lo ignoré. Mis ojos recorrieron el espacio vacío, todo estaba en su sitio, así que solo me confirmaba que mi pequeño hermano aún no había despertado o que al menos aún no bajaba a desayunar lo que me quitaba un peso de encima momentariamente, la parte difícil aún no se presentaba.

Sabía que tenía que hablar con Mark, entre antes mejor, tenía que saber todo de mi boca antes de que nuestros familiares se lo dijeran pero me sentía entumido en mi lugar, no era tan fuerte a como creía, me sentía como un niño, perdido en un super mercado buscando a su querida madre. Tuve que sentarme en el sillón cuando sentí un dolor punzante en mi cabeza a causa de haber llorado la noche anterior, me permití tomarme un momento para pensar y ver como debería manejar la situación, no obstante unos pasos se escucharon por el pasillo dejando ver a Mark estirando sus brazos y dando un gran bostezo para acto seguido tallar sus ojos. Parecía tranquilo y me odié por pensar en que esa apariencia no duraría demasiado tiempo.

—Buenos días, Jinyoung. —Murmuró con pereza, dando un pequeño brinco hacia mí y de ésta manera lograr abrazarme.

—Buenos días, pequeño, ¿has dormido bien? —Pregunté haciendo un gran esfuerzo en lucir tranquilo mientras acariciaba sus cabellos alborotados, no pareció notar como me sentía ya que asintió con una pequeña sonrisa, soltando su agarre de mí.

—He soñado con mamá, ella me decía adiós —Contó, mi semblante cambió. El pequeño calló un momento mientras le daba tiempo a su mente para recordar más sobre lo que había visto en sus sueños, no pude evitar apretar los labios, había llegado el momento de hablar con él pero ¿cómo decirle a un niño de nueve años que su madre había fallecido sin ser lastimado?

— Mark... —Susurré en un vago intentó de llamar su atención, el pequeño pareció no escucharme ya que se dirigió al refrigerador en busca de comida.

— Me pedía que cuidara de ti  —Continuó relatando mientras sacaba leche y volvía a cerrar el electrodoméstico  — Al final le dí un beso y un abrazo muy fuerte, me sentí triste,  por un momento sentí que no la volvería a ver —El niño suspiró con pesar para después mirarme — pero me siento feliz de que todo haya sido un sueño.

Y el corazón se me cayó a los pies, un pedazo después de otro, ¿qué se suponía que debía decirle ahora que había escuchado aquello? no podía mentirle, lo sabía, pero tampoco sabía si era un buen momento, sobre todo cuando lo de Tae había pasado tan recientemente, temía que todo aquello fuera demasiado para él, pero no podía retrasarlo más, teníamos que enfrentarlo aunque doliera demasiado, de lo contrario no podríamos avanzar.

— Mark, cariño, necesito que me escuches con atención —Hablé sin dejar revelar la tristeza que había en mi corazón —Necesito que seas fuerte.  

El niño me miró atento, acercándose a mi y plantándose frente a mi cuerpo dándome la atención que quería, era momento de decirlo y no me sentía preparado, pero quizás nunca se estaba preparado para dar noticias de este tipo.

...

Los ojos rojos de Mark delataban el dolor profundo de su corazón, así había sido durante todo el transcurso del funeral, se podía observar como todo aquello le era doloroso, me lastimaba verlo así, pero nada podía hacer para quitarle aquella tristeza, ambos debíamos aprender a vivir con ese dolor latente por el resto de nuestras vidas.

En aquel lugar sólo nos encontrábamos Mark y yo junto a unos pocos familiares con quienes a penas y habíamos tenido comunicación en nuestra vida, a excepción de la tía Hoonie, quien había resuelto todos los asuntos funerarios sabiendo que yo no me encontraba bien para ayudarla con ello. Probablemente estar parado frente al ataúd de mamá rodeado de todas esas personas hubiera sido lo peor que me hubiera pasado de no ser por Bambi que estuvo a mi lado en todo momento. A tan solo enterarse de los ocurrido no había tardado ni quince minutos en estar al lado mío abrazándome, haciendo que su sólo actitud casi maternal recordara lo que me hacía tanta falta en aquel momento.

Destinado [Bnior] EDITADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora