10.- En cada vida

420 78 5
                                    

El silencio de los presentes inundaba el lugar de donde me encontraba, lo único que podía escucharse era el discurso del profesor Kim quien nos miraba con la certeza de que al menos más de la mitad del grupo no estaba prestando atención a lo que estaba enseñando.

— ¿Alguien podría decirme que es un diptongo?—Cuestionó mirando a su alrededor esperando que alguien se atreviera a responder, no obstante la clase quedó en silencio evitando su mirada.

— ¿Señor Park? —Preguntó al ver mi mano alzada.

—Un diptongo se puede definir como la unión de dos vocales en la misma silaba. —Expliqué rápidamente, no era un tema difícil, era algo que había repasado con el castaño en nuestra segunda clase y no había pasado ni cinco minutos en aprenderlo. El profesor Kim sonrió con satisfacción dando un asentimiento.

—Exactamente, tal y como lo dijo Park... —Continuó.

Mi mirada se centró a lo que estaba en la pizarra, era el abecedario griego, intenté prestar atención a pesar de ya saberlo, sin embargo mi mente no cooperaba, realmente tenía una semana desde que no lo hacía, desde aquello.

La clase terminó, sólo un par de ejemplos de tarea y nada más. Revisé mi móvil mirando la hora que marcaba mi reloj digital, hora de salida y un mensaje de mi asesor.

"No podré hoy, lo siento"

Habían pasado ya dos clases atrás en las que se disculpaba por no poder ayudarme a estudiar, ¿es que acaso Muerte estaría muy ocupado?

Oh no, claro que no, solo debe estar llevando almas de aquí para allá, nada importante que pudiera mantenerlo ocupado.

Rendido ante aquel hecho tomé mis cosas y seguí a Bami hacia la salida, ella iba parloteando sobre que había salido con Yugyeom el fin de semana y más cosas que no oí debido a mi falta de concentración.

— No me estas escuchando Jinyoung, estás en otro lado menos aquí. —Regañó la ahora peliplata.

—Es el calor, lo siento. —Respondí a modo de excusa, una muy pésima considerando que en el ambiente ya podía sentirse como el otoño despedía al verano.

—Calor, ajá, con apodo de Jaebum. —Replicó, le miré extrañado. —Yug me contó, dice que el chico esta interesado en ti.

Rodé mis ojos sin sorpresa, el alto para tener una boca pequeña solía hablar demasiado.

—Eso no es cierto.—Negué sin darle mucha importancia al tema, hablar sobre ello no era algo que quisiera ahora.

—Él chico es guapo, ¿por qué no le das una oportunidad? —Preguntó mientras quitaba la envoltura de su paleta y posterior la metía esta a su boca. 

Al salir del edificio lo primero que divise fue al chico de piernas largas, era el momento perfecto para zafarme de aquella plática incómoda, agradecí internamente que de alguna manera el mayor ayudara aún sin saberlo.

— ¡Mira, Yugyeom está por ahí! —Exclamé señalando al chico.

— ¡Bebé! —Gritó la chica a tan sólo verlo, él la saludó con una sonrisa cuando esta corrió a abrazarlo.

Suspiré satisfecho, siempre funcionaba. Al acercarme a la dulce y empalagosa pareja Yug me saludó con una sonrisa acompañado de un pequeño toque de lo que parecía tristeza en sus ojos, aquello hizo que mi estomago se revolviera, comenzaba a odiar esa manía mía de poder leer a las personas tan fácilmente.

—  Hey, iré con Bam a comer, ¿nos acompañas? —Invitó ignorando los pinchazos juguetones de mi mejor amiga en su mejilla.

—Otro día quizás —Rechacé amablemente con una sonrisa forzada, no me encontraba de ánimos e ir y arruinarles su rato tampoco era una gran idea —Debo irme.

Destinado [Bnior] EDITADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora