8.- Había una vez...

448 76 14
                                    

Mis párpados se juntaron soltando el aire retenido en mis pulmones con la decepción marcada en mi ser.

— Lo lamento, no pude evitarlo.—La voz de Jaebum salió rasposa en un suspiro corto.

—Teníamos un acuerdo, yo te dejaba verlo más nunca entraba el hecho en que le obligaras a recordar, ¡ni mucho menos intentar un contacto mas intimo! —La voz de Jackson se alzó un poco sin llegar a gritar, se veía exaltado pero aún con ello se veía el esfuerzo que estaba haciendo para mantener la cordura.

Verlos en aquella situación me hizo sentir culpable.— Y-yo lo he dejado, no deberías discutir por ello. —Intenté excusar al castaño intentando mejorar la situación sin embargo los ojos del ahora rubio me miraron con molestia.

—Ni lo intentes, Jinyoung, demonios... esto es mi culpa. —Lamentó irritado llevando sus dedos a su sien para masajear la zona.

Apreté mis labios sin saber que decir realmente.

— Jackson... ¿podrías comprenderme? Estamos prácticamente en la misma situación, lo sabes, ayúdame. —Suplicó Jaebum en un acto de tener alguna esperanza, el susurro en aquella última palabra reflejaba lo que su ser sentía, dolor. 

—Basta...—Interrumpí con cierto tono de impotencia. —No...no logró comprender esto del todo, y sé que aunque pidiera explicaciones no me las darían, así que fuera, ahora. —Ordené firmemente señalando hacia la puerta, intentando no decaer al ver la mirada desolada del mayor.

— Explícaselo—Exigió mirándolo con semblante inexpresivo. —Tiene que saberlo. 

—Aún contándoselo no lo entendería, Jaebum, mierda...sólo deja de dificultar las cosas.— La frustración en las palabras de Jackson no sólo podía palparse con sus palabras sino en sus músculos también, los cuales se contraían conteniendo la molestia que le generaba Jaebum con sus peticiones.

—Fuera...—Repetí una vez más con exasperación, no quería oír ni una palabra más de aquel par.

Los labios de Jaebum se apretaron en una línea recta asintiendo, dando por terminada aquella conversación, con movimientos flojos tomó la mochila junto con algunas hojas impresas que minutos antes habíamos usado y salió de mi visión sin decir alguna otra palabra o mirarme tan siquiera.

Jackson posó su mano por mi hombro a modo de llamar mi atención que se había quedado por el lugar donde Jaebum se había perdido de mi vista.

—Despídeme de Mark, me ha gustado pasar tiempo con él, es un gran niño. —Su sonrisa logró asomarse por la comisura de sus labios sin llegar a iluminar en su totalidad su rostro como de costumbre, solo logré asentir a ello.

[...]

Las noches comenzaban a ser tormentosas, se estaba volviendo rutina tener sueños que lograban quitarme la tranquilidad que muy poco lograba conservar, siempre veía a la misma chica, su rostro era hermoso, parecía estar hecha de porcelana por la piel tan blanca que lucía, podía ver como la monotonía era parte de su día a día pese a poseer cosas por las cuales otras personas hubieran hecho lo que sea, pero todo cambiaba cuando él se mostraba frente a ella.

El amor, la angustia, la desesperación y demás sentimientos juntos se reunían cada noche para atormentarla, no sólo podía verlo en mis sueños sino también sentirlo en carne propia cada que despertaba gracias a ello, todo parecía ser un circulo vicioso.

Mi pecho comenzó a subir y a bajar a un ritmo rápido, las lagrimas invadían mis mejillas mientras que con mis manos tapaba mi boca en un intento de acallar mis sollozos desesperados que marcaban la desesperación y el vacío que lograban emerger gracias a todo lo visto mientras dormía.  Era una película incompleta que a pesar de no estar en su totalidad llegaba a doler como si se hubiera narrado la historia más triste que se pudiera oír.

Destinado [Bnior] EDITADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora