En el trayecto a casa de Hermione, Draco decidió que antes haría una visita a su padre y suponía que todavía debía estar en el departamento de Astoria en el centro de Londres. Así que dirigió el hechizo de aparición a la sala de ese lugar. En efecto, allí estaba Lucius mirando por la ventana hacia la calle con un whisky en la mano. Al notar la presencia de su hijo dejó el trago a un lado y lo miró expectante. Al parecer lo estaba esperando.
Draco acercó sus pasos hacia él y se cruzó de brazos. Respiró profundo antes de hablar:
—Sé que hiciste todo lo posible para que no me enterara de que tenía una hija con Hermione Granger. No soy estúpido, padre. Me di cuenta que la única persona que pudo haber maquinado todo, eras tú... Pero el destino es sabio, padre. Ella y mi hija están de regreso en mi vida.
El hombre lo miró sorprendido. Jamás pensó que Draco se enteraría de la existencia de la niña. Él se había dado cuenta de inmediato al ver la noticia y la foto de la pequeña, que no escatimó en tretas para evitar que su hijo se enterara.... Hechizos, eliminación noticias en los diarios... manipulación incluso de influencias... pero nada. La sangre sucia se había salido con la suya.
Ahora entendía que el único motivo que tenía esa mujer al aparecer junto a Michael en su fiesta de aniversario de bodas, era torturar a Draco con la niña.
—Nuevamente fuiste derrotado y por la misma mujer. Hermione siempre te llevará la delantera —dijo Draco, luego respiró profundo y sonrió satisfecho. Si Lucius había guardado silencio, entonces no había que analizar muy profundamente para darse cuenta quién había metido sus sucias manos alejándolo de la verdad y del cariño de Hermione y Annie. Meneó la cabeza al ver que su padre no agregó nada, ni siquiera hizo un gesto. Tal como siempre lo había visto: impasible ante los sentimientos de las personas. Draco dio un fuerte respiro... era hora de irse.
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Hermione se encontraba en la habitación cepillando el cabello de su hija. Hacía tanto tiempo que no lo hacía que tenía pensado tomarse todo el tiempo del mundo, mientras su pequeña jugaba con una muñeca, a quien le estaba poniendo ropa. Ambas estaban sentadas en la cama.
—Mamita, quiero ver a mi papá, ¿vendrá hoy? —preguntó Annie.
—Ha de estar por llegar. ¿Recuerdas lo que hoy hablamos? ¿De la enfermedad de tu hermano?
—Sí mamá, y yo estoy lista para ir al hospital cuando ustedes me digan.
En ese momento sintieron un suave golpe en la puerta y la niña saltó de la cama, abriéndola de inmediato. Se alegró tanto de ver que quien llegaba fuera su padre que se lanzó a sus brazos. Draco la levantó en vilo y besó su frente.
—¿Cómo está la princesa de Slytherin?
—¡Bien! ¡Esperándote!
—¿Slytherin? ¡Mi pequeña es toda una Gryffindor!
—Mmm ya veremos —sonrió—. Bien, aquí me tienen mis princesas —continuó sentándose en la cama de Hermione—. Aparecí en la sala, lo lamento, no te avisé antes y creí que asustaría a alguien, pero no vi a tu madre por ningún lado, por eso me atreví y vine directamente a tu habitación. Supuse que era esta por el escudo de Gryffindor que tienes en la puerta...
—Mi madre debe estar en su cuarto. Ella se acuesta temprano. Pero Draco, no te veo muy bien —dijo Hermione poniéndole una mano en la frente.
—¡Voy por un vasito con agua! —dijo la niña saliendo de la habitación al ver a su padre algo cansado.
—¿Estuvo muy malo? —preguntó Hermione refiriéndose a la punción lumbar a la que fue sometido.
—Sí, un poco... Aunque Ginny se portó excelente. No siento ningún dolor en la espalda, pero si estoy un poco cansado... Ven, quiero abrazarte —Hermione rodeó a Draco quien subió los pies a la cama y puso su cabeza en el regazo de ella, mientras acariciaba su cabello—. Ni Astoria, ni yo somos compatibles.
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ENTRE LLAMAS (Fanfic)
De TodoHermione huye del mundo mágico con un secreto tan grande que la obliga a dejar hasta su propia magia. Un accidente hará que la vida de ella cambie para siempre, lo cual la obligará irremediablemente a retornar a ese mundo que tan malos recuerdos le...