Una Ragione ❤

una razón

La ausencia amarga mi corazón al recordar

el panal de miel de tus besos en mis labios.

Yehuda Haleví

Tomo un respiro, me levanto de la silla y me siento en la cama, y me arrecuesto a ver sí esto calma la amargura de mi garganta...

veo a mi derecha, y veo los libros sobre la mesa de noche, los leo cuando no puedo dormir, pensando en que es mejor saber que el personaje femenino  tiene más vida amorosa que yo.

Que ella sí tiene más posibilidades de encontrar alguien que valga todo.

Salí de la habitación hacia el pasillo y bajé las escaleras rumbo a la cocina, todo estaba en silencio, mi papá se había ido de la casa en la mañana, discutió con mamá.

Me odie internamente por recordar aquella vez que supe que papá engañaba a mamá, quería decirle a ella, quería que ella supiera lo que el hacia, pero no me creyó, delante de mi lo desmintió, y dijo que yo sólo buscaba separarlos, me defendí?

no, fue tanto el dolor y odio.

el mentia.

todos mienten.

"-No vas a creer que lo hice por eso!!

-Sam es que...

-saben algo, váyanse a la mierda"

Ese día fui a buscar refugio en sus fuertes y marcados brazos, me sentia como superman,sentía que podía volar...

luego busque amor y lo encontre en sus labios, esos besos suaves y luego demandantes pidiendo a gritos ser consolados en el frío de una cama.

Y como no ibas a querer más de el, sí llegas y lo vez con una camisa blanca que le queda tan waow, y unos jens negros, y descalso, se veía tan deseable...

Aunque no llegábamos a ese punto, el tenía experiencia en el tema, y yo bueno, iba a ser mi primera vez, pero mi inocencia se fue desde que el sólo con un roce, hacia que mi cuerpo reaccionara como una chica virgen convertida en una chica diablo que habita en las llamas ardientes del infierno.

Los besos se volvían más y más fogosos, mis manos se instalaban en su nuca, agarrando sus cabellos, eran tan lasios, su manos recorrian mi espalda, en que momento habrá metido sus manos debajo de la pequeña abertura de mi vestido?

pero como agradecia ese tacto tan delicado, me tocaba como sí un simple roce me quebrara... y eso me mataba.

-Basta sam...- dijo tratando de llenar de sus pulmones de aires...

-No me deseas?- dije, talvez no quería, por que yo no era tan hermosa como otras.

-Dios niña pero que dices?

me matas, me matas del deseo, pero sí seguimos no parare, quiero en serio dejarme llevar, pero no así.

-Así como?

-Viniste buscando apoyó, y unos consejos, no viniste para que terminaramos en la cama!

o ese es la manera que quieres que te de apoyó?- Dijo con toda la picara y sensual voz, me sonrío, esos dientes tan blancos y perfectos, olvide respirar...

Me sonroje, era cierto yo vine a hablar no a terminar en otra situación.

-Vamos

- A donde?

- Al sillón, sí nos quedamos acá no creo que pueda contener mis hormonas, más con ese vestido.

Llevaba un simple vestido blanco con rosas de cerezo, era hasta un poco más arriba de la rodilla.

- Que tiene de malo?- pregunté inocente.

-Por que nada impide que meta mano por ahí.

Sentí tomar el color de una remolacha, el me miro con dulzura, me abrazo, y agacho la cabeza a la altura de mis labios, me miro a los ojos, sentia que mis piernas fallaban, mi ritmo cardíaco subió a mil.

Luego sonrío y me beso

un beso sin lujuria. un beso con amor...

Un beso que sabía a miel...

tú ausencia

mataba mis labios deseosos de un poco más, sólo quería una eternidad contigo!

tan difícil es...