Una razón

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En el parque en el área de juegos

había varios niños, pero había tres

en especial que llamaban la atención

de todos los niños y hasta de los

adultos. Los tres niños que eran el

centro de atención de todos era

Samantha, Brandon y Nill, y aunque esos tres siempre estén llamando la atención

por las peleas y escándalos de los

varones, esta vez no era por eso, de

hecho estaban muy callados los tres.

Y es que la razón para que se les

queden viendo así se debe a que a Samantha se le ocurrió jugar a la

comidita, un juego de lo mas

femenino que sus amigos accedieron

a jugar porque ella sabe su

debilidad, solo basto mirar con ojos

llorosos a Brandon y este accedió

resignado y a Nill aparte de la

mirada de cachorro que le puso la

niña también le dijo que el platillo

de ese día será ramen y el rubio no

necesito mas para acceder a jugar.

Pero esa no era la razón para que

los demás niños miraran burlones al

par de varones.

Ahí estaba Brandon de Nueve

años tan lindo y tierno teniendo unas

chapas pintadas en su rostro bien

marcadas con labial rojo, aunque no

era necesario ya que el niño ante la

vergüenza estaba de lo mas

sonrojado, en sus parpados tenía una

muy marcada capa de sombra

pintada de color azul, sus labios

estaban pintados con el mismo labial

rojo y su cabello largo y puntiagudo

era agarrado con un par de ligas en

un par de coletas que le quedaban

paradas.

El joven Finney se sentía humillado y todo

porque cuando su amiga le mira

suplicante no le puede decir que no

y acepta hacer cualquier cosa que le

pida, nada más le falto ponerle un

vestido, y gracias a todos los dioses

que a su amiga se le olvido llevar

vestido o si no si llevaría uno

puesto. Sabía que todos lo miraban y

lo único que podía hacer además de

sonrojarse por la vergüenza era

fulminarlos con la mirada. Solo

esperaba que ese día no sea Rebeca (Hermana de nill)

quien valla a recogerlos ya que no

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