[Finalizado] Giro del Destino [Temporada 1]

[18]Evocando emociones

[I Parte]

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Lo había sentido, sabía que algo malo ocurrió, pero le era difícil de saber qué cosa era lo que estaba incomodándola. Crispó los puños mirando por la ventana rota, la casucha por lo menos le era lo suficientemente resistente como para protegerlos bajo la lluvia, después de que Regulus había caído enfermo, Sísifo y ella tuvieron que caminar por horas pues los gemelos habían hallado aquel lugar en medio del bosque, algo que les trajo problemas pues habían perdido el camino y no sabían exactamente el lugar donde se hallaban, y por la repentina tormenta supieron que estaba anocheciendo.

Las viejas velas iluminaban pobremente la habitación, la cama de catre fue soporte para el debilitado cuerpo de Leo, ella se preocupó en arreglar el lecho lo más cómodo posible, pero aun así temía que su amigo enfermara gravemente. Desvió los ojos de la ventana, se acercó a la cama, buscó el tazón y una franela para meterla dentro del agua y colocarle en la frente. Era lo mínimo que podía hacer, y eso la frustraba.

—Creo que necesitaré otro tazón con agua—dijo tras salir de la vieja habitación, los tres hombres estaban en, lo que parecía, una sala—; ¿necesita que vaya a buscar alguna planta medicinal? Creo que si toma un té de esas hiervas pueda sentirse mejor.

—Es peligroso que salgas—anunció Sísifo tratando de relajarse, se sentía lo bastante cansado—, esperemos a que pase la tormenta, luego iremos a buscar lo que necesite—se puso de pie, Alhena tuvo mucha pena pues comprendía la angustia que ese hombre podría estar pasando por su sobrino—. Come algo y descansa, yo me ocuparé de Regulus.

Pero no quería hacer eso, de hecho, estaba más que angustiada que el mismo Sagitario, de alguna uno otra manera un recuerdo del pasado volvía a su mente y era algo que no deseaba pensar en ello.

—Ven, necesitas comer algo—Deuteros puso su mano sobre el delgado hombro de la chica, causando que ella saliera de ese de esa burbuja de ensueño—; un poco de sopa caliente te hará bien.

—¿Usted sabe cocinar? —cuestionó, solo para tratar de estar segura que el indiferente Aspros lo hizo, el cual de hecho estaba de pie mirando a través de las ventanas rotas.

—De no haberlo hecho, no te hubiera ofrecido—sonrió lo cual la chica se sonrojó—; Aspros será mejor que descanses, nada cambiará con mirar.

—¿Cuánto tiempo tardará en sanar ese muchacho? —indagó con una expresión seria.

—No presiones, Sísifo hace lo mejor que puede, y tú sabes más que nadie que la salud de Regulus no es como la de nosotros. Sé más flexible y racional.

—Esto pasa cuando Sísifo no tiene el carácter de refutar, de haberlo hecho, el Patriarca no hubiese obligado a Regulus a venir con nosotros.

—Él no iría a contradecir a su Santidad.

—¿La vida de ese muchacho vale menos que las órdenes de Sage?

Alhena no entendía lo que pasaba, pero algo malo debía de ser para secretearse de esa manera, no quiso interrumpirlos así que ágilmente cogió su bolso y su abrigo para salir de la cabaña. Seguramente ellos ni notarían su presencia, tampoco estaba deseosa de estar presente en una riña de gemelos por lo que optó en colocarse su abrigo y caminar para hallar esas plantas; la tormenta era vivaz, nunca vio las gotas de lluvia de esa manera, eran como catarata al caer a velocidad y cantidad. Nuevamente el dolor en su pecho se hizo presente, sus pequeñas manos arrugaron el cinto del bolso, supo que algo malo estaba pasando y no podría escudriñar si era en el Santuario o con alguien más, y de pronto su mente le mostró el rostro de Shion.