[Finalizado] Giro del Destino [Temporada 1]

[11] Donde todo se ve (II)

(II Parte)

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-Alguien deberá enseñarle a usar el cosmos-replicó Manigoldo cortando las lianas con una daga-, de saberlo, seguramente la hubiésemos encontrado.

-Ella ni siquiera emite algún cosmos-comentó Albafica usando sus Rosas Demoniacas para abrirse camino-. Si algo le llega a pasar, estaremos en serios problemas.

-Su valentía nos mete en líos, es una enana muy osada-bromeó Manigoldo, pero pronto su amigo le dio un golpe suave para que guardara silencio.

No lo hizo con mala intención sino para que fuera más prudente frente al muchacho de cabellera verde oliva. Shion se veía complemente desesperado, no le importó siquiera tener cortes en la cara y en los brazos para darse paso entre las espinosas lianas. Se había maldecido varias veces, se sintió estúpido y hasta culpable pues si no fuera tan miedoso quizás ella estaría a su lado; sin embargo, las cuentas con Aspros se librarían después de hallarla. Lo odiaba, jamás pensó que odiaría tanto a uno de sus camaradas especialmente cuando sus sentimientos por ella se evocaban más y más.

-Por favor, tranquilízate-pidió Dohko casi en un susurro, sujetó de la mano a su amigo-; no dejes que tu desesperación te ciegue, actúa un poco como Regulus. Relájate y trata de encontrarla.

Shion dejó de jalonear las enredadas plantas para ver a su joven camarada en posición de meditación. Las habilidades de Leo con la naturaleza siempre provocaba curiosidad en sus compañeros, detrás de él, como un padre protegiendo a su cachorro, Sísifo trataba de ayudarlo pero sabía que la jovencita no poseía ningún poder como para rastrearla, ni siquiera el pequeño cachorro que la acompañaba parecía manifestar algo.

-Es mejor dividirnos-comentó El Cid tratando de hacer guardia, pero entre tan espesura del bosque no podía lograr nada-. No fue buena idea que Géminis se marchara por su cuenta.

Sísifo asintió pero no podía obligar a Deuteros ni a Aspros para que permanecieran juntos pues después del incidente, ellos se habían marchado por diferentes lugares. Ni siquiera pudieron detenerlos.

-Es extraño-musitó Regulus abriendo los ojos, Sísifo se acuclilló-, a Kero le coloqué una cinta en el cuello con un poco de mi cosmos pero aun así es como si estuviera tan cerca de nosotros y a la vez demasiado lejos.

-Esto parece más una ilusión-Degel elevó su cosmos para congelar las lianas-; el bosque se está defendiendo, por eso no debemos separarnos porque nos creara espejismos para extraviarnos.

-Alhena debe estar perdida en alguna parte-gruñó Kardia, exasperado por no hacer nada más que destruir plantas-. Vamos Cid, usa tu Escalibur para sacarnos de esta.

-De poder ayudar, lo hubiese hecho desde el principio-respondió el español, miró su brazo sabiendo el mismo resultado-; así como dice Degel, este bosque nos ve como intrusos por lo que se va a defender salvajemente para echarnos.

Sísifo no quería admitirlo por lo que optó por las habilidades de su sobrino. Un momento de silencio, nadie tenía idea qué hacer ya que por más que cortaran o atacaran a esas espinosas ramas, estas crecían mucho más resistentes hasta que unos gritos llamaron su atención. Reconocieron que era la voz de Alhena y que pedía ayuda, se le podía oír muy cerca pero a la vez demasiado lejos como para saber dónde se hallaba.

-Maldita sea-gruñó Shion sin importarle nada más.

Aumentó su cosmos, sin oír las razones de sus camaradas, pero al igual Regulus y Kardia hicieron lo mismo para destruir todo en su camino; sin embargo, no esperaron que las lianas se movieran por cuenta propia y los atacaran.