[10] Donde todo se ve (I)

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(IParte)

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-¿Estás bien?

La pregunta fue dulce, tranquila pero estaba cargada de una curiosidad que nadie más notó, especialmente cuando lo ocurrido en aquel día la dejó sin ganas de dormir, comer o si quiera salir de la Cámara del Patriarca. Alhena no podía creer lo que le sucedió a manos del chico que estimaba como amigo, él la había besado sin su consentimiento, y lo peor es que fueron encontrados en esa postura comprometedora, y con ello un problema que tal vez zumbaría por todo el Santuario, claro que eso hubiese ocurrido si alguna vestal o algún otro caballero los hubiese presenciado, pero para suerte de ambos no fue así.

-Sí, claro-musitó la viajera tratando de no tropezar por las escaleras-; gracias por permitirme acompañarte, Agasha.

-No te preocupes, eres muy buena para tratar a los demás además tu decisión de encerrarte ha estado preocupando a su Santidad-la joven florista había sido la persona que los pilló a los dos-. Y en cuanto a lo ocurrido, juro por Athena que de mí no saldrá ni una palabra.

Alhena se encogió de hombros. Sí, estaba demasiado avergonzada con esa situación que no sabía cómo mirar a Shion de ahora en adelante, el cual dicho sea de paso solo salió enrojecido de la habitación y no supo de él durante esa larga semana, de hecho, no supo de ningún caballero pues desde que entendió lo que ellos pensaban de ella se decidió en permanecer la más alejada posible. Cuando ya había pasado esos días, ambos no volvieron a verse, ni siquiera pretendieron hablarse por si se encontraban por alguna de las doce Casas.

La cual dicho sea de paso, estaban pensando en ir, bueno, Agasha le comentó que irían donde Degel de Acuario para recoger unas medicinas así que no habría mucho problema, además de eso porque el guardián estaba preocupado por esa decisión de enjaularse.

-El caballero de esta casa es un poco aterrador-dijo Alhena dudando por pasar a Piscis, aun le fastidiaba pasar por el sendero entre la Cámara de Sage y la doceava casa-, de hecho, casi no me habla y eso que he tratado de ser lo más amable posible.

-Es preferible pasar de frente-el tono de voz de la joven curandera fue con una ligera incomodidad-. ¿Y entonces es verdad que eres la protegida de su Santidad?

Ese tema estaba molestando e incomodando cada vez a la chica, pero estaba prohibido que dijera la verdad sobre su verdadero origen.

-Sí, mi abuelo era amigo del señor Sage, y después de un problema grave terminé bajo su cuidado.

-Debes poseer mucha suerte-la jovencita sonrió lo cual provocó que Alhena se avergonzara mucho más por mentir a tan noble chica.

Agasha poseía un aspecto encantador, a pesar de vestirse con esos trajes tan femeninos, su aspecto físico le hacía lucir como una princesa. De cabello castaño, ojos esmeraldas, y un rostro suave y perfecto provocó que Alhena se sintiera un bicho a su lado. Sí, ella no se consideraba una atracción poderosa para un hombre, por lo que no encontró lógica a la acción de Shion, casi parecía que todo eso solo fue producto de su necesidad de hombre.

-Agasha.

De pronto, la voz suave y varonil detuvo a las dos chicas. El caballero de aquel templo se dejó ver provocando que las dos se sintieran cohibidas aunque fue más la joven florista al darse cuenta que el precioso peliceleste no pretendía darse por vencido.

-Señorita Alhena, buenos días-como para ocultar su urgencia, Albafica saludó al protegida de Sage-. ¿Tienes un momento, Agasha?

-Discúlpeme señor Albafica pero tengo muchos deberes por parte de su Santidad-la chica tomó de la mano a Alhena-, además debemos seguir atendiendo a civiles. Será en otro momento.

[Finalizado] Giro del Destino [Temporada 1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora