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Kendrew estaba bastante agotado y mucha más enfadado, más que nunca. Cuando Andrew fue corriendo a su despacho y le contó lo que pasaba en el patio él salió corriendo y se encontró con un traumado Robert desnudo y con unos alumnos de Hogwarts bastante sorprendidos. Algunas columnas se habían desquebrajado y las losas del piso habían salido volando, pero sin causar heridos.

Kendrew mandó a todos a sus habitaciones y a los merodeadores los dejó bajo la custodia de Hagrid mientras mandaba a Neville, que era el profesor de Herbología, ha avisar a los padres de los implicados, salvo a Los McAlvey. Robert le dijo que no, no quería que su padre lo viese así y si la propia madre de Kendrew se enteraba desataría la tercera guerra mágica.

El director se dejó caer sobre su escritorio pues ya había terminado de hablar con los padres Scamander, faltaban Harry y George. Dos manos se posaron sobre él y Kendrew sonrió, reconociendo el tacto.

-¿Cómo se encuentra mi escocés pedante?- Preguntó Fred.

Kendrew lo había traído pues de seguro querría alegar en favor de sus sobrinos Fred Junior y James, tenía ese derecho pero si algo sabía Kendrew es que esos dos no se librarían, al igual que los Scamander.

Se oyó sonar la puerta y Kendrew dio permiso.

-Han llegado los Potter y los Weasley- Informó el celador mientras acariciaba a su gata.

-Gracias, señor Filch. Puede retirarse.

El anciano asintió y se marchó arrastrando un pie al caminar. Kendrew se preguntaba cómo podía seguir en ese instituto ¡Los alumnos eran unos...insoportables, en el mejor de los casos!

Los Potter entraron, ambos con gestos preocupados. Harry tenía destrozado el pelo engominado mientras que Ginny permanecía más relajada, pero con el rostro contorsionado. Tras ellos aparecieron George y su esposa, Angelina ¡Qué cariño le tenía Kendrew a esa perra sangre sucia!

-¡¿Dónde está mi hijo?!- Inquirió Harry, alterado.

-Relájate, Potter- Pidió el director- Está bien, no le matado aún.

-¡Ken!- Regañó Fred.

El director suspiró.

-Esto es un tema serio, sentaos.

Solo Ginny y George le hicieron caso. Harry y Angelina se quedaron de pie, con miradas asesinas que dirigían a Kendrew.

-Bueno, supongo que Neville os habrá dicho lo que ha pasado ¿No?

-¡Sí!- Dijo Angelina- ¡No te hagas de rogar McAlvey, dinos cómo está mi Freddie!

Su Freddie...Kendrew aún tenía bien presente como hace quince años ella siempre decía ese nombre una y otra vez. Freddie, Freddie, Freddie...que ganas tenía de matarla.

-Tú tienes una obsesión con los chicos que se llaman Fred Weasley ¿No, Johnson?

La chica se sonrojó y miró a su marido. George hizo una mueca mientras que Fred sonreía ante la mala leche de su novio.

-Ken eso pasó hace mucho- Dijo Fred, apoyando a Angelina- Ha llovido mucho desde entonces ¿No, Angelina?

Ella asintió y Kendrew hizo una mueca y dijo:

-Cuidado no se vaya a ahogar. Bueno, dejando atrás el egocentrismo de Johnson. Vuestros hijos esta vez han cruzado una línea infranqueable. Han desnudado a uno de sus compañeros y han provocado que la escuela entera se mofase de él, lo que puede volverse un tema más serio. Incluso mi familia podría demandar un juicio.

Magia en Hogwarts [Saga de Robert McAlvey]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora