XIV

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Robert se ajustó las hombreras y el protector mientras suspiraba. Era el último partido de Quidditch de la temporada y estaba muy nervioso, no habían tenido buena temporada. Habían vencido a Hufflepuff pero perdido contra Ravenclaw y estos a su vez perdieron contra el equipo de los leones por lo que en ese momento si Slytherin perdía, la copa se iría volando como un cerdo con alas ¿Existían los cerdos con alas no?

-¡Vamos Rob!- Gritó una de las gemelas Parkinson.

El McAlvey tomó su escoba de última generación y se dirigió a la salida.

El cielo retumbaba con cada trueno y centella mientras que la lluvia caía con la ira de los putos doce dioses del Olimpo.

-¡¡Genial!!- Masculló Albus, desde su escoba.

Rob suspiró y se puso sus gafas especializadas para la lluvia, al igual que todo su equipo.

Sintió el aire azotar sus mejillas y se sintió libre e imparable como un huracán liberado, sintió la energía y la opresión de su pecho. La mayoría del estadio apoyaba a Gryffindor pero los gritos de los animadores de Slytherin resonaban con fuerzas.

El partido comenzó y Robert se dispuso de inmediato a encontrar la snich ¡Era primordial! Comenzó a sobrevolar el campo en círculos menguantes, buscando cualquier destello dorado...¡Joder! Gryffindor ya había marcado un tanto y otro iba en camino. Rob miró a todos lados: Arriba, abajo, a los lados...pero no estaba y apenas podía ver entre la lluvia ¡Mierda!

-¡¡Mr.Nariz!!- Gritó el buscador de Gryffindor, James- ¡¡¿Buscando la orna de tu zapato!!

Arriba, abajo, a los lados...si no estaba en ninguno de esos lugares...estaba ¡Abajo!

Robert se reclinó sobre la escoba y salió volando en picado mientras que se escuchaba otro gol de Gryffindor.

Los espectadores miraban a Robert con escepticismo y cuando este estaba a centímetros del suelo se irguió y su escoba salió disparado al frente para luego desaparecer bajo las gradas del campo de Quidditch.

Voló entre las vigas y maderos a toda velocidad, maniobrando accidentadamente en el muy reducido espacio. Vislumbró con cuidado y sus ojos se abrieron como platos cuando un rayo cayó frente a él, quemando un madero.

Robert se reclinó hacia un lado dejando una estela de tela esmeralda ardiendo tras él.

¡La vio! ¡La Snitch!

Robert aumentó la velocidad y cuando estaba a metros de tocar la pelota James se abalanzó sobre él y Robert chocó contra el muro. Podía no estar seguro pero sintió un golpe seco en su hombro...un golpe agudo y doloroso ¿Se lo habría roto? Seguro.

Voló tras James y salió a la superficie justo detrás de él.

El público estalló en gritos de ánimo a ambos voladores y Rob, aprovechando su escoba, adelantó a James por debajo y se alzó sobre la pelota dorada, la tenía en su mano...Robert cerró la mano y una bludger salió volando hacia él y le golpeó por el costado.

Robert sintió un extraño cúmulo de emociones cuando el balón le arrojó hacia un lado de la escoba y la arrojó al suelo. Robert cayó una y otra vez, cada vez más hacia atrás y un montón de dolores distintos se arremolinaron en torno a su mano, a su brazo y a su pierna.

Finalmente cayó en seco en el suelo de una vez por todas y miró a su mano...había conseguido la snitch pero...no sintió nada después de eso.


Robert abrió los ojos. Destellos blancos y verdes atacaron sus ojos, impidiéndole ver. Se restregó los párpados y la vista se le aclaró.

-¡Mira, ya despierta!- Dijo una voz.

Magia en Hogwarts [Saga de Robert McAlvey]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora