vii. beauxbatons and durmstrang

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capítulo siete,
( beauxbatons and durmstrang )


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  LA NOCHE DEL 30 DE OCTUBRE FINALMENTE había llegado. Todos los estudiantes se encontraban en el vestíbulo, ansiosos por la llegada de los alumnos de Beauxbatons y Durmstrang, que llegarían en cualquier momento. Los jefes de las casas los acomodaron en filas y así, bajaron en tropel la escalinata de la entrada y se alinearon delante del Castillo.

—¡Ajá! —gritó Dumbledor desde la última fila—. ¡Si no me equivoco, se acercan los representantes de Beauxbatons!

—¿Por dónde? —preguntaron muchos con impaciencia, tratando de alzarse sobre la multitud para ver mejor.

—¡Por allí! —gritó un alumno de Gryffindor, apuntando con su índice el bosque.

Como si surgiera de la nada, un carruaje azul pálido salió de entre los árboles siendo transportado por caballos alados blancos de ojos rojos. Pasaron sobre los alumnos, provocando que algunos se tengan que agachar por la cercanía y aterrizó de manera brusca, los caballos moviendo sus cabezas y relinchando. En la puerta llevaba pintado el estandarte de la escuela: dos varitas mágicas cruzadas, con tres estrellas que surgían de cada una.

La puerta se abrió y por ella bajó un chico, vestido en azul pálido, con un salto suave. Buscó algo en el suelo hasta que lo encontró y desplegó una escalerilla dorada para luego retroceder un paso. Un zapato de tacón negro salió de la carroza seguido por la mujer más grande que Rose había visto en toda su vida. Era tan gigante como Hagrid, su profesor de Cuidado de las Criaturas Mágicas, quien era medio gigante. La mujer era de piel morena, poseía unos ojos grandes y negros y una nariz afilada. Llevaba el pelo recogido en un moño en la base del cuello y sus ropas eran de satén negro.

Dumbledor comenzó a aplaudir y luego de un momento los demás estudiantes lo hicieron con él. Sonriendo, la mujer avanzó hasta el director de Hogwarts y extendió su mano. Si bien él era alto, apenas tuvo que inclinarse para besarla.

—Mi querida Madame Maxine —dijo Dumbledor—, bienvenida a Hogwarts.

—Dumbledog —repuso ella con voz profunda y un marcado acento francés—, espego que esté bien.

—En excelente forma —contestó—, gracias.

—Mis alumnos.

hurricane ━━ cedric diggory   ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora