24. No estás en pedazos

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Evan 

—¿A dónde crees que vas?

Un grito poco varonil escapa de mis labios cuando, en medio de la oscuridad, veo a la señora de la casa descansar en el sofá.

—Que me matas de un susto, mamá—Llevo una mano al pecho tratando de aplacar mi corazón—. ¿Por qué estás ahí? Pareces una mala imitación de El Padrino.

La imagen sería más acertada si nos permitiera tener el gato que tanto queremos.

—Yo haré las preguntas jovencito ¿Qué haces escabulléndote de casa en medio de la noche?

—¿Escabullirme? ¿Yo? Claro que no.

—¿Y por qué llevas los zapatos en tus manos? —Enciende la luz sin previo aviso—. ¿Y por qué caminas en la oscuridad?

—Para no ensuciar el piso. Me preocupo por la higiene de esta casa. 

—Hice dos preguntas.

—No quería encender la luz y despertarte. De saber que ya estabas por aquí husmeando la hubiera encendido. 

—Te crees muy listo.

Camino hacia ella y me dejo caer directo a sus pies

—Te gusta decir que todos tus hijos lo son—A veces le da más crédito a los mellizos por lo creativos que son para hacer daños—. Vuelve a la cama, prometo no llegar muy tarde.

—Solo si prometes no meterte en problemas.

—Nunca lo hago—miento con descaro.

—¿Y dónde te espera la chica?

Le dedico una mirada inocente.

—¿Quién dijo algo de una chica?

—Miguel, Inés, los mellizos—Golpea mi brazo cuando me atrapa rodando los ojos—. Incluso la pequeña Eva ha estado hablando sobre ella.

Esa mocosa.

—Bien, quizá haya una chica. ¿Puedo irme ahora?

No tengo problemas para hablar de Alexei. Demonios, puedo pasarme horas hablando sobre ella. Es inteligente, divertida y le gusta sacarme de quicio. Sé que mamá la consideraría un buen partido.

El único problema es lo que significa una charla para mi madre. A ella no le basta conocer su nombre, edad y oficio. No, claro que no. Ella tiene que saber qué significa para mí, cómo me siento cuando estoy con ella, por qué eligió ella estar conmigo y cómo veo nuestro futuro.

En otra vida tuvo que ser psicóloga, en esta se conforma con ser chismosa.

—Es la chica del nombre raro ¿verdad? Tiene que ser ella, todos vimos como la mirabas—Su rostro se ilumina mientras da suaves palmaditas en mi cabeza—. Cuéntamelo todo.

Aquí vamos.

—¿Es algo serio? ¿Cuánto llevan saliendo? Debes invitarla a comer esta semana.

Sus primeras preguntan entran en la categoría de entrevista fácil, pero me niego a caer. Con una sola respuesta que reciba de mi parte querrá hurgar en mi corazón y me temo que no estoy listo para eso.

—Alexei, su nombre es Alexei.

—¡Sabía que era ella! Y, ¿Cuándo pasó?

—Mamá...

—¿No puedo preocuparme por la vida sentimental de mi hijo? Solo cuido tu corazón.

—Prometo contártelo todo—No prometo que sea pronto—, pero me está esperando y no es una persona muy paciente.

Besos a tu olvido #PGP2024Donde viven las historias. Descúbrelo ahora