el lazo que nos une

este lazo

Un peliverde se encontraba nervioso ante la atenta mirada de un rubio de ojos rojos, que lo miraba con superioridad.

Estaba en una entrevista de trabajo, frente al actual dueño de la empresa Bakugo,s.

A sus 23 años acababa de graduarse con honores, con méritos, pero sin experiencia alguna en el puesto de contador, no le quedaba de otra que empezar de abajo e ir subiendo de puesto.

La entrevista a la que asistió era para secretario del contador, pensó que así estría a un paso de realizarse en lo que estudió.

No pensó que quien lo entrevistará sería presisamente el joven Bakugo Katsuki, escucho sobre eso ya que a pesar de ser bastante joven apenas uno o dos años mayor que él y ya era el presidente de tan enorme empresa de moda, realmente era alguien increíble.

Su sola mirada era intimidante, estar sentado frente a tan imponente hombre le daba escalofríos.

Sentía que era observando más que el currículum entre sus fuertes manos.

- demaciados honores, como para que aplique para ser solo un secretario - incluso su voz era tremendamente varonil.

- si...bu-bueno, no tengo experiencia alguna y estando recién graduado no hay forma que me den un trabajo así tan rápidamente - trato de ser claro aunque estaba muy nervioso.

- bueno - cerró la carpeta con los documentos y la dejo sobre el escritorio - el puesto fue ocupado, la anterior secretaria dió recomendaciones de su sobrina y fue contratada hace media hora...

- entiendo - tomó su folder y suspiro.

- pero tengo otro puesto disponible, de echo no lo había publicado ya que fue repentino pero creo que tú podías ser de ayuda.

- en verdad - le regaló una hermosa sonrisa de esas que solo él era capas de dar, una llena de emoción y genuina felicidad.

- serás mi nuevo asistente personal - le respondió al momento que se levantaba - tu nombre - aunque no sonaba a pregunta si lo era ya que ni se molesto en leerlo en los documentos antes dados.

- Midoriya Izuku.

- bien Deku - anoto ese sobrenombre en una estampa y se la pegó a la altura del pecho.

- cuando me presentare a trabajar - en verdad quería trabajar en esa empresa, que ignoró ese sobrenombre.

- inmediatamente - camino y le hizo una seña de que lo siguiera.

- si - no sabía que pero algo de él le ponía muy nervioso, quizás el hecho de usar un saco gris claro señido al cuerpo, arriba de una playera oscura con cuello en v, que dejaba ver parte de su anatomía, o esos pantalones apretados, todo en conjunto a pesar de no ser un traje lo hacía lucir extremadamente imponente.

En cambio el, con su traje café, su camisa blanca y corbata también café, solo se veía como un niño cuando  usa ropa de su padre, un caos.

Era clara la diferencia entre ellos dos, uno con claro sentido de la moda y el otro no.

Lo siguió por algunos pasillos, cuando de repente detuvo su andar y se aproximó a una chica de cabello castaño.

- hey tú - le dijo molesto para que se acercara la chica - perra flotante...

- soy Uraraka Ochako señor Bakugo...

- cállate perra flotante, dame tu celular - exigió.

- emmm - le paso su teléfono asustada por su nuevo jefe, aunque le advirtieran de su actitud al tenerlo en frente era realmente intimidante.