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El sol se asomó a través de una de las ventanas de la habitación. Irradiando directamente sobre su rostro, que todavía permanecía en un sueño profundo. El despertador no sonaba porque ni siquiera había comprado uno. Dejaba a su suerte que despertara a la hora indicada.

Cuando por fin abrió los ojos ante el nuevo mañana, tomó un gran bostezo y estiró cada parte de su cuerpo. Brincó lejos de la cama para luego dirigirse a la cómoda. Seleccionó el outfist que usaría para cursar su primer día en la Facultad: Terminó por elegir unos jeans casuales que le diera comodidad y seguridad, lo mismo con las zapatillas. Mientras que en la parte superior llevaba una camiseta, ligera de un color vivo. Y, por último, pero menos importante; su chaqueta favorita.

Se apuró a terminar su desayuno; por poco se atraganta de tantos pancakes.

Como todavía el minino no se asomaba, dejó su alimento servido en su pequeño comedero.

Creo que MinHo aún sigue molesto por lo de ayer — pensó — Espero que vuelva de nuevo a mí, me hace falta compañía.

Agarró sus pertenencias un tanto desanimado, cargó su mochila e inició un largo recorrido a la Universidad. Lejos de lo sucedido en casa; realmente miraba con entusiasmo conocer un nuevo terreno, nuevas personas y diferentes aventuras; pero no dejaba de resultar algo vergonzoso si una de esas cosas fallaba.

Esperó en la parada de autobús, el mismo luego de unos minutos se aproxima, el chofer abrió ambas puertas y Taemin subió.
Por desgracia al echar vistazo a los asientos, todos estaban ocupados; ni si quiera pudo visibilizar uno libre. El resto de los pasajeros iban apretados uno con el otro. Muchos se insultaban y los niños lloraban.

Todos tenían obligaciones y un destino como parada final.

¡Hey tú! -habló el chofer amargado —¡No pagaste el viaje!

Taemin se percató de la impaciencia del hombre para que él deslizara la tarjeta en el aparato.

Será la que viene señor —Rápidamente bajó con la esperanza de encontrar otro autobús.

Luego de rechazar uno más; subió, pagó y se sentó en el lugar más cercano a la puerta. Mirando el paisaje desde la ventana lo hace divagar en sus pensamientos.

Aquí comienza mi futuro. Mi nueva vida.

Echó una ojeada a su muñeca donde yacía en uno de sus dedos la sortija. En ella estaba engastada una piedra preciosa color turquesa. La superficie lisa se bañaba en oro y llevaba un tipo de grabado casi inapreciable.


Parece que tiene una serie de números... probablemente se trate de una fecha especial, ¿De una boda quizás?


Observó el alrededor, todo indicaba que su parada estaba a próximas calles.

Espera a que el transporte se detenga en la esquina. El chofer da la señal para descender, sin embargo, antes de poder bajar él decide concederle el paso a una señora un poco delicada de salud. Terminó de bajar de autobús y caminó media cuadra más. Revisó entre los bolsillos de su chaqueta la pequeña nota que asignaba el aula y los demás horarios. A su derecha encontró varios envoltorios de golosinas y al otro, las llaves.

Mierda, ¿Y el papel dónde está..? No, no, no... -, dijo con tono de preocupación. Siguió sacudiendo sus bolsillos pero no lo encontró.

¡Jodeme que lo dejé ahí adentro! —furioso se llevó la mano a la cabeza. El autobús ya estaba lejos como para ir a alcanzarlo. Suspiró con frustración ¿Cómo podía ser tan tonto al olvidarlo?

De todas formas, un improvisto así no echaría a perder su día por completo.

Al mal tiempo, buena cara Taemin. —se lo repitió un par de veces para llenar su confianza.

Llegó a la Universidad; abundaban muchos alumnos de distintas edades y de diversas partes del mundo. Lo mismo sucedió al entrar a la amplia edificación, también saturada de alumnos. Dentro suyo contaba con un amplio corredor y finalizaba hasta una escalera donde llevaba al resto de los pisos. A los costados se ocupaban las primeras aulas.

Escuchó una campana. Los alumnos comenzaron a irse cada quien a su respectiva aula. Como si de hormigas se hablara, poco a poco siguieron dispersándose; ni siquiera aparece un directivo para preguntar.
Quedando completamente solo. Qué lástima no haber encontrado la nota, se hubiese ahorrado la futura situación.

De forma aleatoria ingresó a la primera aula de su izquierda. Caminó con sigilo en la búsqueda de un lugar para sentarse.
A continuación, se dispuso a observa la clase: El profesor escribiendo en la amplia pizarra unas frases algo atípicas a su vocabulario.

Oye... Sí, tú el de gris... —le susurró al compañero de su costado, que miraba muy inconforme la clase — ¿Esto tiene algo que ver con Historia? -inquirió.

—¿Cómo dices...? -extrañado por la pregunta—Estamos en francés.

¿F-francés...? Pero no tengo que estar aquí ¡Que estúpido soy! —recogió todo y salió de inmediato
Que vergonzoso —manifestó una vez fuera.

Cinco minutos pasaron hasta que por fin la encontró.

Ya ubicado en el último banco restante, inclinó un poco la cabeza para sacar de su mochila el cuadernillo y demás materiales. En el momento en que se acomodaba continúa escuchando la atractiva clase. O más bien una atractiva y conocida voz.

"Como seres humanos somos el producto de miles de años de evolución de nuestra especie, llevamos tatuado en nuestros genes la herencia de nuestros antepasados —relató él— ... parte de esa herencia es nuestra capacidad de construir conocimiento"


Esa voz ¿Acaso será? se levantó precipitado para verlo ¡Kim JongHyun...! —gritó y recibió la atención de toda la clase hasta de ese castaño. Acobardado se escondió debajo del su pupitre, no pudo evitar la risa ajena, absortos a Taemin.

Todos vuelvan a la clase —ordenó JongHyun. El pelirrubio volvió a sí con más calma. Decidió levantarse y tomar asiento.

Miró a su profesor dar la clase. Lo mira mucho, tanto que hacen un pequeño contacto. Inmediatamente disimuló, pero todavía en él brincaba su corazón; como una chispa que se encendía al verlo.

Aunque estaba algo lejos llamaba la atención su pequeña figura, entre esa camisa y los pantalones apretados, no sabía cuál de ellos resaltaba más su cuerpo. Pero ¿Por qué no dejaba de prestarle atención? ¿Qué provocaba en él? Tenía esa acalorada sensación penetrando en su cuerpo que paró a agarrar su botella y beber uno poco.


Definitivamente encontró varios sentimientos que jamás habían experimentado.


Gracias por leer.
No olviden votar y comentar.
Sin más los invito a continuar esta novela.
Ann~

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