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A la mañana siguiente JongHyun todavía descansaba en el cómodo sillón. Al poco tiempo, despertó de un sueño acogedor debido a una jaqueca, parecía tener un taladro en la cabeza. No tardó en hacerse masajes para aliviar el dolor.

Por un momento, iba a salir volando de ahí si no fuese porque recordó que hoy no daba clases.

¿Ya se habrá ido el mocoso? Tsk ni siquiera me despertó. Quién me manda a ayudarlo.

Como la hora marcaba las nueve de la mañana, supuso que los alumnos estarían ya en la universidad. Taemin no estaba a estas horas en casa.

Había que encontrar su maletín. Seguro estaba tirado en alguna parte de esa sala. Decidió regresar a su departamento y olvidar lo de anoche.



Transcurrieron algunos días, sin complicación alguna. Taemin comenzó a acostumbrarse a la rutina universitaria y a no olvidar las clases en las que estaba JongHyun. Él se decía así mismo que era sólo por participación y hacerse notar en clase. Sin embargo, cuando se quedaba hasta el último minuto en salir del aula, caminaba atrás del castaño con suma distancia porque le gustaba "admirarlo". Vaya contrariedad expresaba su corazón.

—Qué clase más aburrida —dijo para sí mismo mientras esperaba la siguiente clase recostado en su pupitre.

Taemin aspiraba a seguir las huellas de JongHyun como profesor de Historia, aunque por alguna razón hoy no andaba de ánimos. Tenía pensado pasar toda la tarde con su amigo Kai luego de su trabajo de medio tiempo.

Desvió la mirada hacia su muñeca, se mantuvo pensativo.

¿Podrá ser que esté maldito? —pensó.


Prestó atención de los signos que contenía, pues, antes resultaban ilegibles.

"69-07-18"

Lo raro es que estos números se modificaban. Un día era uno y al otro, cambiaba. Aunque podrían ser simples fechas de aniversario, pero no le cerraba en su mente, a parte, porqué se encontraba ahí entre las aguas. Parecía que se querían deshacer de él.

Mientras que las dudas llenaban su mente, un escalofrío fue recorriendo cada parte de su cuerpo, de pies a cabeza. De pronto la puerta se abrió con fuerza; pegó un grito del susto.

Los demás alumnos también quedaron pasmados por lo sucedido. La silueta caminó hasta su escritorio, lucía alto y serio hasta que dio la vuelta para mirarlos con más detenimiento; se trataba del profesor de Filosofía.

Dejó su maletín a un lado del escritorio y se sentó encima de él.

¿Nunca habían visto un profesor? —inquirió mientras comenzaba a sacarse su gran saco para mayor comodidad.

Un tanto más calmado, notaron que lucía bastante llamativo en un traje simple, muy guapo en absoluto. Al parecer los profesores de esta universidad tenían buenos looks, pero no había comparación con el llamado Key.

Me llamo Kim Kibum, pero pueden decirme Key —habló el pelinegro soltando una amable sonrisa.

En esta primera clase seré algo flexible, podemos conversar algún tema que les sea de su agrado ¿Alguien quiere empezar?

¿Por qué no le pregunta a MinHo? —Yoona alzó la voz. Los de su alrededor hicieron sonidos como si hubiese empezado una discusión-. Que nos cuente su especialidad en citas, en el amor.

¿Choi MinHo? -Su risa asmática hizo presencia —Se llama igual que mi gato. Por cierto, ¿Dónde estará ahora? —pensó un buen rato.

Límite « JongTae  »Donde viven las historias. Descúbrelo ahora