Límite « JongTae »

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Por descuido de Taemin, Yoona encontró su billetera tirada en el corredor, entonces, aprovechó ese descuido y robó el dinero dentro. Al mismo tiempo aparecen sus amigas Seulgi e Irene.

—¿Yoona qué tienes ahí? —preguntó Seulgi.

—¡Amiga te ganaste la lotería, es mucho dinero! —contestó Irene fascinada al ver como Yoona contaba tal cantidad de dinero.

—Pienso que no es bueno guardar dinero ajeno, es mejor que lo... —fue interrumpida.

—¡Que nada Seulgi! Si no te quieres unir y tener de paso una cantidad buena de dinero, entonces ¡no me vengas a joder! —le contestó duramente a su amiga—. Desde hoy Taemin y JongHyun me las pagarán —afirmó ella.

MinHo llegó a ellas, incrédulo por los dichos de Yoona.
—¿Escuché bien? —caminando a la joven que por desgracia ya había guardado el dinero dentro de sus prendas.

—Eso es de Taemin ¿Cierto? —señalando la billetera en la mano de la joven. Choi la tomó rápidamente.

—¡Estaba por devolverlo! ¡Choi MinHo!

Y el pelinegro se fue para devolverle lo que quedaba de la billetera, aunque ya la joven podía gastarlo sin complicaciones. El trío de chicas también marchó antes de ser descubiertas.

—¡Te veo en un rato, amigo! —respondió Taemin. Mientras Kai se regresaba en su moto.

—¡Taeminie! —escuchó una voz que lo hizo dar vuelta, era Choi que corría a él alegre—
La cabeza la vas a perder si te olvidas tu billetera, tonto.

—¡Mi billetera! Gracias MinHo, si no fuera por ti lo hubiera perdido todo —le agradeció con una sonrisa de oreja a oreja.
El pelinegro se cautivó.

En el poco tiempo que quedó de clase y gracias a ese reposo, Kibum junto con JongHyun dieron un aviso.

—Habrá un trabajo grupal, una investigación a fondo sobre un tema de historia. Lo que sea que elijan se evaluará y contaremos con una salida para que ustedes mismos seleccionen el tema. —habló Kibum mirando a los alumnos.

—La ubicación de nuestra salida será el Museo que queda a pocos metros de aquí. Están invitados para ir este fin de semana y además es gratuito. Obviamente si no quieren acompañarnos, sería una pena para nosotros como para sus compañeros de equipo —comentó el castaño—. Cualquier duda que se les presente en el Museo, nos pueden preguntar.

—Chicos, tienen unos minutos para seleccionar a sus compañeros. Voy a dejar una planilla en el escritorio para que uno del grupo vaya anotando los nombres de los participantes —agregó para que de una vez se apuraran—. Y por favor no me pidan el "¿podemos hacerlo de a diez o de a cincuenta?" porque los mato —bromeó Kibum.

Dicho esto, los alumnos se agruparon con rapidez; situación por la que nadie quería quedarse atrás y menos Taemin.

Con mucha iniciativa por aprobar la materia dio el primer paso, fue viendo entre todos sus compañeros a los más indicados. El blanco perfecto estaba enfrente de él.

—¿Quieres ser mi compañero de trabajo, Choi? —intentó hablar lo más tranquilo posible, aunque dentro suyo temblaba por el rechazo. MinHo antes de poder dirigir la palabra es interceptado por sus otros amigos.

—¡Hey MinHo! ¡Las chicas más lindas se encuentran en nuestro grupo! ¿Qué te parece si vienes con nosotros? —inquirió un tal Félix.

«¡Perdiste tu oportunidad!» pensaba Taemin, mientras su rostro iba desdibujando la sonrisa que tuvo desde un principio.

Cuando ya estaba por alejarse, sintió una mano aferrarse a su muñeca.
—No te molestes Félix, ya elegí a mi compañero —el pelinegro miró a Taemin asintiendo para ser un miembro de su grupo. Luego soltó su muñeca ya que se había ruborizado.