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Kim intentó conciliar el sueño luego de la noticia. Para nada sentía tranquilidad. Las sábanas no abrigaban como solían hacerlo porque su mismo cuerpo no tenía forma de liberar calor. Recordaba que Taemin era muy especial para dar abrazos y sólo él era capaz de asegurarle ese cálido trato.

Muy frustrado por no dormir y, además, la desesperación por buscar a Taemin lo llevó a pensar que debería ir a comprobar si no había vuelto a casa —y eso que Kai, luego de "la extraña huida" de su amigo, haya buscado dentro sin haber rastros del mismo—

Fue a la casa de Taemin a esas horas de la noche. Se acercó hasta la puerta, estaba sin llave. Tenía el mínimo de esperanzas por encontrarlo dentro y suponer que todo hubiese sido una maldita broma.

Las luces apagadas resaltaban lo que él notaba. Una soledad sombría.

Ya con la última esperanza desvanecida, no le quedó otra más que volver a donde Jinki.

Una inesperada llamada lo hizo retroceder en el momento en que iba a cerrar la puerta. Era la llamada de un celular. Taemin no tenía uno. O eso pensaba.

Volvió a cerrar la puerta y prosiguió a escuchar con detenimiento de dónde provenía la llamada. Lo condujo hasta el dormitorio.

Tenía que responder antes de terminar la llamada. Sacudió cada parte, revisó por arriba y por debajo. Buscó dentro del ropero: Debajo de las camperas colgadas habían unas cuantas cajas amontonadas.
En una de ellas, dentro de la caja completamente sin abrir, encontró el celular.

Lamentablemente la llamada había terminado y el número no pertenecía a la lista de contactos. Era desconocida.

JongHyun intentó devolver la llamada.

Por curiosidad miró dentro de esa caja: se hallaban pedazos de fotografías pertenecientes a la infancia de Taemin, una de pequeño y otra de sus padres. JongHyun encontró su rostro en una de esas fotos rotas. El recuerdo de aquella noche en donde se entregaron.

Cuando descubrió que el timbrado provenía de afuera de la casa, corrió a ver quién estaba detrás. Le gritó a una figura femenina que se escapaba desde lo lejos.
No fue capaz de reconocer el rostro.

A primera hora de la mañana JongHyun fue directo al aula de informática con el objetivo de llegar hasta el fondo de esa llamada. Intentaría localizar la ubicación del mismo pese a la dificultad.

El ambiente no era del todo agradable en la universidad. La directora Shin citó a un par de policías para merodear dentro del establecimiento y realizar interrogaciones.
Todos sabían cuán agravado estaba el tema y las consecuencias de lo que podría tomar la policía de los alumnos.

Entre los citados al interrogatorio fueron Choi MinHo, In Yoona, Kim Kibum y más jóvenes.

JongHyun terminó más rápido de lo que había pensado. La ubicación del celular no estaba tan lejos. Tomaría un descanso y luego se las arreglaría para llegar a ese lugar.

Fue a una cafetería dentro de la universidad. Allí vio a Kai esperando que lo atendieran. Indirectamente fue a él con la excusa de estar mirando los dulces de la vitrina.

Kai luego de mirar a JongHyun, rápido secó sus húmedos ojos y largó un gran suspiro.

—Nunca hubiese ocurrido esto si no fuera por su culpa...

¿Una forma de defenderse? No había. Estaba claro que la culpa desde un principio la tenía él. Que si hubiera permanecido a su lado no tendría que haber desaparecido.

—Sé que no es el momento. Pero hay una forma de encontrar a Taemin. Para eso necesito tu ayuda... -enseñándole un papel con la dirección obtenida del celular.

Límite « JongTae  »Donde viven las historias. Descúbrelo ahora