¿Azul o Violeta?

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El viaje hacia el templo le cayó de improviso a Taemin; marcó a Jimin para asegurarle de que no se preocupara por lo visto. Luego de comunicarse con este, lo interrumpe un mensaje: su amigo JongIn acababa de cancelar la tarde de videojuegos con él ¡Y cómo no, si su novia andaba pegada a él como chicle!

Suspiró desanimado, leyó por segunda vez la hoja con las frases, entonces, el castaño habló:

No quería traerte, pensaba ir solo. Hasta que entendí que el problema era de los dos. Y por más que no tuviera el anillo, los problemas me atraparon igual. Jamás me atreví a contártelo para no ponerte en peligro.

El castaño continuó con los sucesos sobrenaturales que le fueron sucediendo, tales como la presencia de una persona cuando investigaba en la sala de informática; los problemas técnicos de las computadoras que revelaron la primera frase; la aparición de un ente en el bosque que le advirtió que no involucrara a nadie con el anillo.

Taemin pensaba en la obligación de contarle sobre lo sucedido cuando estuvo atrapado en el bosque; sobre a quién había desencadenado en el pozo. Temeroso, decidió callarlo y proseguir a que JongHyun explicara la siguiente frase.

La que habla de la purificación del alma, la descubrí hace unos minutos. Fue en la casa de Taeyeon; esperaba tranquilo en la sala principal cuando de pronto escuché golpes en la ventana. Obviamente querían comunicarse conmigo.

¿Cómo, una persona? —inquirió—, ¿Al menos la viste? ¿reconociste algún rostro en particular?

Le explicó el castaño que, detrás de las cortinas no había nadie, es más, los golpes no cesaron, aunque estuviera viendo la ventana. Antes de darle tiempo para entender si se trataba de código Morse, el vidrio se empañó y la segunda frase apareció.

El pelirubio estremecido ante lo que contaba JongHyun, se encontró en aprietos cuando el contrario le preguntó si también había vivido algún suceso sobrenatural.

No sé muy bien. Me siento confundido... —replicó abrumado—, es que... los días me parecían un delirio... como a un sueño en donde no era yo, sino otra persona a la que no le interesaba la bondad, que era egoísta y hasta aparentaba ser un cordero inofensivo.

Llegaron al templo, viaje que duró media hora recorriendo las avenidas de la ciudad pues, se hallaba entre las edificaciones modernas. Contrastaba así, un lugar pacífico entre el bullicio del exterior.

Una vez fuera del auto, se hicieron paso entre los transeúntes —que por algún motivo no ingresaban al templo— siendo los únicos en entrar. Caminaron un largo sendero de hormigón pulido alejándose así, de la calle y el ruido; contemplaron la armonía del silencio. Varias estatuillas budistas se hallaban colocadas a los laterales.

Continuaron subiendo por unos escalones hasta encontrar frente a ellos una Pagoda: antigua construcción que parecía ser como una casa con tres techos curvados, y con baldosas mirando hacia arriba. Los colores tan luminosos de la misma eran de llamar la atención.
Entrando hacia el interior de la pequeña construcción, descubrieron otras estatuillas más pequeñas que las anteriores vistas.

A Taemin le asustó un poco por lo que sucedería después, el castaño presintió su temor y le tomó la mano, dándose cuenta de que le faltaba el anillo. Y antes de recibir algún comentario del contrario, fueron pronto interrumpidos por un hombre que salió de una puerta contigua.

Ya era hora mi señor, y joven Lee. Qué grata sorpresa volver a verlos —habló el mismo monje que se presentó ante JongHyun.

El mayor retrocedió impresionado, no esperaba verlo de nuevo. No obstante, aquel viejo aparentaba ser menos aterrador que el encontrado en el bosque.

Límite « JongTae  »Donde viven las historias. Descúbrelo ahora