Capítulo 17

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(Narras tú)

Me levanté con la mano de Louis al rededor de mi cintura. Suspiré y sonreí ante la imagen tierna de ver al ojiazul durmiendo. ¿Me estaba enamorando? Eso no lo sé. Sólo sé que cada vez nuestra relación rara y complicada va tomando importancia en mi vida, y que ya no me basta con un simple abrazo, siempre quiero más. Con cuidado, aparté su mano de mis caderas, pero al hacerlo, rápidamente me volvió a agarrar y me arrastró hasta él, juntando su pecho con mi espalda. Reí ante la sensación, se sentía bien, me abrazaba como si fuera un peluche, teniendo en cuenta de que era un poco más baja que él, pero no demasiada. Él tenía la altura perfecta para mí.

- Louis --susurré--.

- Mmm... --gruñó y abrió un ojo, intentando acostumbrarse a la luz que entraba por la ventana--. ¿Qué?.

- Déjame levantarme --le pedí mientras me reía silenciosamente--.

- Jum... Espera un poco más --pidió, cerrando su único ojo abierto y acercándome más a él si fuera posible--.

Fruncí los labios. Vale, cinco minutos. Estiré mi mano hacia la mesilla donde había dejado mi móvil y lo desbloqueé mientras que Louis se volvía a dormir. Tenía varios mensajes: de Liam, de Dylan, de Spencer, de Alex... Suspiré, decidiendo que abriría el de Alex. Con Liam ya hablé, Dylan irá a hablarme porque Liam le contó y Spencer me diría una de sus típicas estupideces, así que la única esperanza de que el mensaje que me mandaron no fuera una estupidez se basaba en mi mejor amiga. 

"Dónde te has metido? Tenemos que hablar urgentemente. -A xx."

Solté una gran bocanada de aire. Así que Liam no le ha contado. Puede que después de todo no haya tan confianza entre ellos. Decidí llamarla cuando me levantara ya que el pequeño ángel con el que había pasado la noche estaba durmiendo y no quería despertarlo. Y cuando digo "pasar la noche" no me refiero a tener sexo, sólo... Hacía frío en mi habitación y no habían demasiadas sábanas, ya que él no estaba acostumbrado a recibir huéspedes. 

Intenté levantarme sin levantar a Louis, logrando mi propósito. Sonreí victoriosa y me dirigí al balcón para llamar a Alex con tranquilidad. Volví a desbloquear mi teléfono, para después marcar su número y esperar dos o tres tonos. 

#Conversación teléfonica#

- Menos mal que llamas, iba a avisar a la policía --dijo mi mejor amiga, exagerando--.

- No seas melodramática --rodé los ojos--. ¿Qué tienes que hablar conmigo tan urgente que no pueda esperar a mañana? --dije recordando que mañana era día de diario--.

- No sé, ¿tú no tienes nada que hablar conmigo? --preguntó--.

- Hum, no --dije mintiendo--.

- _____, sabes que odio cuando me mientes. 

- Okay, ¿qué sabes que yo no te he contado para que sepas que miento? --dije--.

- No lo sé --dijo, dudando--.

- Ya, a las dos se nos da muy mal mentir, Alex, suéltalo --dije arriesgándome, oyendo cómo suspiraba--.

- Sólo una palabra: rubio.

Una palabra y ya sabía a quién se refiría. Niall. ¿Ella cómo sabía de él?. Me quedé callada, ¿debería decirle que me lié con él?.

- Ei, ¿me vas a contestar?. ¿Te saco la información con sacacorchos o qué? ¿Acaso te gusta? --dijo e inmediatamente abrí los ojos de par en par--.

- Alex... --dije con pesadez--.

- ¿Qué pasa? ¿Porqué no me lo cuentas? Joder, se supone que somos mejores amigas --se quejó--.

- Y lo somos --dije--. Es sólo que... Es complicado.

- Tengo tiempo.

- ¿Sí? Pues yo no, ¿sabes porqué? --estallé de repente--. Porque estoy en casa de Louis, voy a vivir aquí un tiempo y me lié con Niall y Louis. Con los dos. ¿Y sabes qué más? Que me estoy enamorando. Pero de ambos.

Inhalé y exhalé una gran bocanada de aire, intentando relajarme. Siempre todo este tema me saca de mis casillas. ¿Qué acababa de hacer?. Esperé a la reacción de mi mejor amiga, deseando que no se enfadara demasiado. 

- Wow --se limitó a decir--.

- Sí --suspiré--. Lo siento por no contartelo, Alex... Es que mi cabeza está hecha un lío ahora mismo y... No sé. Necesito pensar.

- Bien. Perdón también por mi parte, no quería agobiarte. Pero es que... No sé, ya me conoces.

- Está bien, no importa. Ya lo sabes todo.

- ¿Sabes? Creo que deberíamos vernos --dijo de repente--.

- Cuando quieras --dije--.

- ¿Te parece si esta tarde salimos a algún local y nos relajamos un poco? --preguntó--.

- Sí, necesito desahogarme con alguien --admití--.

-  Ok, ¿te veo en aquel restaurante al que fuimos con Dylan cuando Liam estaba malo?

Recordé aquel día. Teníamos ganas de salir y mi pobre Li estaba enfermo. Dylan quiso enseñarnos un pequeño restaurante elegante, pero no demasiado donde había zona de baile y mesas para cenar. Era como una combinación entre una discoteca y un restaurante de lujo. 

- Creo que es el sitio perfecto.

- A las 21:00 para cenar. No tardes y ponte algo bonito. Nunca sabes con quién te vas a encontrar --dijo Alex, recuperándose del enfado y haciéndomelo notar por su tono de voz--.

- Hasta luego, Alex.

- Adiós, _____.

#Fin de conversación telefónica#

Colgué el teléfono y entré de nuevo en el pequeño apartamento de Louis. Un olor delicioso impregnó todos mis sentidos, llevándome de camino a la cocina. 

- ¿Has hecho el desayuno? --pregunté al pasar por el umbral de la puerta--.

- Buenos días para tí también --ironizó mientras se acercaba a mí y depositaba un pequeño beso en mis labios--.

- Serán buenos para tí, yo no he podido dormir porque alguien roncaba mucho --bromeé--.

- ¿En serio? --dijo, tomándoselo seriamente--.

- No --reí--.

- Así que eres mala, eh --dijo, siguiéndome el rollo--.

- Sí, estoy hecha toda una malota --dije asintiendo--.

- ¿Y tú sabes lo que hago con las chicas malas? --preguntó con una sonrisa pícara--.

- No --negué sonriendo--.

Trouble looks for me » Louis Tomlinson » Terminada.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora