Apenas llego a mi casa recibo un mensaje de Marcie.
"9:30 en punto, si llego y no estas lista te llevo así como estés".
Ruedo los ojos y cuando estoy dispuesta a enviarle una respuesta recibo otro mensaje.
Otra vez Marcie.
"Ponte algo sexy, Jade. Vive la vida loca, pareces una niñata con tus pantalones para nada ajustados XOXO".
Ruedo otra vez los ojos y esta vez logro mandarle un "Okey!" antes de que me envíe otro mensaje.
“Pero no te enojes :(“ “Yo sé que me amas”.
Envía y río mientras abro mi armario y observo mi ropa, suspiro.
Fiesta. Definitivamente mi armario no estaba preparado para esa palabra, solo contaba con un vestido plomo largo y otro fucsia con flores, que antes me lo ponía cuando íbamos a la playa con mi abuela.
Gruñí desesperada y luego sonreí victoriosa.
Si no tenía un vestido no podría ir a la fiesta...pero Marcie sería capaz de llevarme en pijama o peor aún, prestarme uno de sus vestidos. No, no y no.
Agarro mi teléfono dispuesta a llamar a Chloe, ella era la única amiga que me quedaba de la infancia y si mi memoria no me fallaba vivía a 20 minutos de mi casa.
1, 2, 3 tonos y luego la contestadora.
Vuelvo a marcar y esta vez una voz adormilada me responde.
—¿Si? —contesta Chloe y luego bosteza.
—Hola Chloe, lamento molestarte pero necesito tu ayuda —digo realmente apenada.
~*~
—¡Oh dios mío!, Jade ¿eres tú? —chilla Marcie cerrando la puerta de su auto y me sonrojo.
—¡Oh dios mío!, Marcie ¿eres tú? —digo imitándola y ella ríe acercándose.
—Si soy yo, aunque tú no lo creas —bromea y ruedo los ojos—. Oh, deja de hacer eso, pareces zombi —exclama haciéndome reír y rodar los ojos otra vez.
Está a punto de decir algo pero su celular suena y ella mira la pantallita para luego indicarme que suba al auto. El camino hacia la fiesta dura 15 minutos y cuando Marcie aparca el auto nos encontramos frente a una casa tres veces más grande que la mía.
—¿Quién vivirá aquí? —pregunto más para mí misma que para Marcie pero ella desvía la mirada hacia otro lado. "Raro” dice mi subconsciente pero sin prestarle atención me encamino con Marcie hasta la mansión.
Entramos y la música electrónica se hace presente, hay muchas personas y tengo que pararme de puntillas para no perder de vista a Marcie, quien se abre paso entre la multitud. Al fondo en una esquina logro divisar a Tom y a Vicky, me acerco a ellos y los saludo.
—¿No habías venido con Marcie? —pregunta Vicky mirando alrededor.
—Sí, pero desapareció —digo no recordando muy bien en que momento la perdí de vista. Vicky tiene un gesto preocupado en el rostro y yo sonrío melancólicamente. Parece una mamá, como quisiera tener una mama que se preocupe por mí.
Sacudo la cabeza desechando esos pensamientos y niego cuando Tom me ofrece un vaso.
—Es lonche, no creo que te emborraches con un vaso —dice y pensándomelo unos segundos lo recibo.
—Ahí estas —gruñe Vicky jalando a Marcie del brazo y yo tomo un sorbo de mi bebida.
—Necesitaba ir al baño —se disculpa Marcie y luego me mira culpable.
—No te preocupes —digo al ver su cara de cachorrito.
—Lo siento ¡oh dios! pudieron haberte secuestrado por dejarte sola —chilla dramatizando y ruedo los ojos—. Agh no tienes remedio —dice abrazándome y yo le correspondo algo incomoda, no estoy acostumbrada a las muestras de afecto.
Ella se separa y luego me da un beso en la mejilla—. ¡A divertirnos! —grita agitando los brazos y todos reímos.
Una canción demasiado pegajosa suena y sin quererlo mi cuerpo se empieza a mover al ritmo electrónico.
—Vamos a bailar —grita esta vez Vicky y Tom sin perder un segundo la agarra de la mano y la guía a la improvisada pista de baile.
—¿Me concedes esta pieza? —habla Marcie imitando la voz de un chico y riendo nos desplazamos y empezamos a bailar.
Hace calor y de un trago termino lo poco que me quedaba en el vaso que me ofreció Tom.
—¡Agua! —chilla Marcie jalándome entre los cuerpos sudorosos de mis compañeros de preparatoria y cuando me suelta nos encontramos en una cocina enorme. Allí hay una gran jarra con lonche y Marcie saca dos de los vasos de plástico que hay, los sirve llenos y luego me pasa uno. Lo recibo un poco embobada con los peces azules que hay en un costado e inconscientemente me lo llevo a la boca para terminarlo de un trago, Marcie hace lo mismo y luego vuelve a servir más. Así sucesivamente.
—Estos peces son de Japón, hice una investigación de ellos cuando era niña —digo todavía mirando hipnotizada la pecera. Me volteo al no obtener respuesta alguna y la habitación se mueve.
Cierro los ojos y luego los vuelvo a abrir, Marcie no está, y dispuesta a ir a buscarla doy un paso, pero mis piernas parecen gelatina y tengo que apoyarme en la mesa para no caer.
"Estas borracha" me regaña mi subconsciente y golpeo el suelo con mis tacones lloriqueando.
"Estas haciendo un berrinche" me vuelve a reprimir mi conciencia y esta vez río como desquiciada al darme cuenta del ridículo que estoy haciendo.
Como puedo me dirijo a lo que supongo que es la sala y maldigo por no poder moverme con facilidad.
—¡Piso no te muevas, maldita sea!-chillo y luego me tapo la boca con una mano "oh no, he dicho maldita sea en voz alta, ¿qué van a pensar de mí!".
Tonta, tonta, tonta. Me regaño y luego me apoyo en el marco de una puerta. El viento helado golpea con fuerza mi rostro y retrocedo al verme enfrente del patio trasero de la casa dispuesta a volver adentro y seguir en busca de la sala.
Volteo y una sombra aparece en mi campo de visión, me tambaleo un poco y al dar un paso hacia atrás resbalo.
—¡Auch! —exclamo al caer de trasero y una risa profunda hace que levante la vista.
La sombra se acerca a mí lentamente como si se tratara de un león asechando a su presa y entrecierro los ojos tratando de ver quién es. Se agacha a mi lado y recién con la luz de la luna puedo distinguir sus ojos verdes observándome con detenimiento.
Una sonrisa fácil se desliza en sus labios y ya no soy consciente de mi misma. Estoy cayendo en una espiral sin salida que hace que mi vista se vuelva borrosa y lo último que veo son dos hoyuelos y un par de ojos verdes mirándome divertidos.
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Behind enemy lines © |h. s. & j. t.| BORRADOR RESUBIDO
FanficBORRADOR RESUBIDO Advertencia: Esta historia toca temas fuertes con la ingenuidad de una adolescente de 14 años en el 2014, pensaba hacer una edición, pero ahora prefiero dejarla como estaba. Jade tiene que vivir con el hecho de que la única persona...