Capítulo 23

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—Soy afrodita, carajo, ¿no ven lo hermoso que soy? —dice Marcie lentamente, tratando de imitar a la perfección la voz borracha de Harry en la fiesta del viernes.

Zayn ríe a carcajadas y Perrie oculta una sonrisa, yo me limito a seguir leyendo el libro gastado que tengo entre mis manos.

—No pude haber dicho algo así, es imposible —declara un Harry azorado y sonrío débilmente.

—Lo hiciste, ¿verdad, Jade? —Marcie me zarandea del hombro y ruedo los ojos antes de cerrar el libro y ocultarlo debajo de mis cuadernos.

—Sí —afirmo asintiendo y Harry bufa.

Perrie levanta una ceja. — ¿No te lo estarás inventando, querida? —inquiere ignorando por completo mi afirmación y entrecerrando los ojos en dirección de Marcie.

Y aquí vamos otra vez.

—No, ¿acaso no escuchaste a Jade, rubia? —le responde inclinándose en la mesa, lista para atacar.

Perrie abre la boca, indignada y dispuesta refutar, pero Zayn le aprieta suavemente la mano que descansa sobre la mesa.

— ¿Pueden llevarse bien, por favor? —tomo la palabra cuando un extraño silencio se forma y Marcie refunfuña, Perrie desvía la mirada.

—No sé por qué se detestan, ¿tiene qué ver el hecho de que las dos son rubias? —manifiesta Harry y Zayn y yo intercambiamos miradas, considerando lo que el brócoli acaba de decir.

— ¿Es por eso? —Zayn le susurra a Perrie y ella ríe secamente.

—Supongo que es por eso, ¿o hay otra razón, Edwards? —cuestiona Marcie, sorprendiéndonos a todos, tan directa como siempre.

—Yo soy rubia natural —señala Perrie y todos la miramos incrédulos. No sabe con quién se está metiendo.

—Estás celosa —refuta la aludida, dejándonos confundidos—, estas celosa porque Jade me prefiere sobre ti.

— ¿Qué? —articulo incrédula.

—Ella me conoció a mi primero, en todo caso la celosa eres tú —contraataca Perrie y yo me quedo en blanco, sin saber que decir.

—Además, a Harry le caigo mejor que tú —ignora su respuesta.

—No me metan en sus problemas —interviene Harry, tecleando en su móvil.

— ¡Tú lo dijiste! —exclama Marcie golpeándolo en la cabeza.

—Auch.

— ¿En serio lo dijiste, Harry? —cuestiona Perrie dolida y Harry deja su celular en la mesa, frunciendo el ceño.

—Yo las quiero por igual, a ti por ser la enamorada más agradable de mi mejor amigo, y a ti por... ya sabes —dice mirándolas; Marcie sonríe, Perrie gruñe.

—Yo te podría haber ayudado en vez de ella —se queja Perrie y Marcie le saca la lengua.

—Podrías haberlo hecho, pero de todas formas yo maquillo mejor que tú —expone Marcie.

— ¿Y como lo sabes, Sherlock? —replica Perrie.

—Con solo mirarte me basta —escupe Marcie y Perrie se pone colorada del enojo.

—Cálmense ya —ordeno lo suficientemente alto para que las dos dejen de matarse con la mirada y me presten atención.

—La niña ha hablado —se burla Harry y exploto.

— ¿Se están escuchando?, están peleándose por quien le cae mejor a este neandertal, ¿tan bajo han caído?, ¿acaso no saben que cualquiera que tenga piernas y sea mujer le cae bien?

Behind enemy lines © |h. s. & j. t.| BORRADOR RESUBIDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora