Behind enemy lines © |h. s. & j. t.| BORRADOR RESUBIDO

Capítulo 11

Tiene la mandíbula cuadrada, su cabello castaño oscuro tapa parte de su frente y sus ojos cafés me observan con detenimiento.

—¿Quién eres? —pregunto tratando de mantener mi enojo al margen y él me mira acercándose de nuevo. No sabía lo que era espacio personal al parecer. Pero no iba a retroceder, no dejaría que un idiota me intimidara, así que lo enfrente y quedamos cara a cara, aunque él era como 20cm más alto que yo.

—¡Jade! —me llaman y segundos después tengo a Tom rodeándome los hombros con un brazo, haciendo que retroceda. Me dirige una mirada rápida y luego observa al chico que no deja de mirarme hasta ahora.

Si las miradas descuartizaran, ya estaría en pedacitos.

—¿Qué hay, Derek? —dice Tom ¿alegre?

Ese tal Derek me insulta en el pasillo y Tom, MI amigo, ¿lo saludaba alegre?

"Éstas exagerando, él no sabe lo que el maldito ha dicho" despierta mi subconsciente. Respiro profundo.

—Tom —saluda "Derek" y se dan la mano.

Observo el pasillo y salgo de mi burbuja, dándome cuenta de que está lleno de estudiantes apoyados en sus casilleros y otros haciendo la tarea sentados en el suelo.

Siento la mirada de alguien y observo a Derek, está conversando con Tom acerca de las tareas de la semana pasada y aun así sus ojos siguen clavados en mí.

¿Quién era él? Si conocía a Katelyn… ¿por qué ella nunca lo mencionó?

Y él también pensaba que Harry era el culpable, tenía que hablar con él, tenía que aclararme muchas cosas.

—Vamos, te acompaño a tu clase —me dice Tom y veo la cabellera castaña de Derek desapareciendo entre la multitud, asiento y nos dirigimos a la clase de biología—. No estás muy habladora hoy —afirma Tom cuando estamos cerca de llegar y me detengo, recordando el hecho de que él, Vicky y Marcie me dejaron abandonada en la fiesta.

—Lo siento, ¿pero tú tendrías ganas de hablar con alguien que te dejo borracha y a tu suerte en una fiesta llena de completos desconocidos? —digo sarcástica y negando con la cabeza. Él simplemente baja la vista avergonzado y culpable. Bufo cuando no dice nada.

—Jade... —me detiene del brazo cuando trato de marcharme y volteó enojada.

Era consciente de que recién nos habíamos conocido, que no teníamos una relación de amistad muy fuerte, pero aun así, él y las chicas debieron haberme llevado de vuelta a casa.

—Solo...solo déjame sola —suspiro contando mentalmente hasta diez y él me suelta.

Estaba muy enojada y estresada para ser el primer día de la semana, iba a explotar en cualquier momento.

Dejo a un Tom cabizbajo en medio del pasillo y entro a tropezones en la clase.

Oh, lo que me faltaba.

—¡Qué haces aquí! —chillo alterada y él salta en el asiento. No le tocaba esa clase, no tenía por qué estar aquí, y menos sentado en el pupitre que había proclamado como mío desde la semana pasada.

—Tranquila, niña —dice parándose y acercándose a mí divertido.

Dios, dame paciencia por favor.

—¿Qué quieres? —espeto bruscamente y él alza una ceja.

—Tranquila, ni...

—¡Deja de llamarme niña, tengo 17, casi 18! —le grito y él retrocede asustado.

Detengan el mundo, asusté a Harry (rulos de princesita) Styles. Me siento tan orgullosa...

—Sé que te mueres por mí, pero solo salgo con chicas de 18 y mayores —susurra cerca y retrocedo.