Paso 4:

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||Narración normal||

¿Entonces tu padre es alguna especie de chef famoso o algo así?-. Tratando de seguir la conversación mientras seguía con lo suyo, Alaude preguntó, ambos estaban curiosamente bien con la compañía del otro mientras cocinaban.

No, mi padre no es ningún chef, anteriormente trabajo como mayordomo pero hoy en día solo disfruta su vida de casado con mi papá ya que yo me hago cargo del título como conde que antes pertenecía a mi papá-. Usami nuevamente respondió de más, cuestionándose mentalmente que le hacía hablar tanto cuando el casi no era de mantener charlas.

Conforme continuaban cocinando la charla se fue desviando y se hizo trivial, pero gratamente entretenida para ambos, pronto la cena quedó lista justo para el horario establecido.

Natsu y Koutarou llegaron a la cocina justamente para llevar los platos y acomodar la mesa mientras ellos servían todo para que fuese llevado.

Los dos sirvientes usaban ropa casual y tan pronto estuvo todo servido todos ya estaban en la mesa ansiosos por la comida.

A Alaude le sorprendió en demasía todos los que se sentaron a cenar, incluso los sirvientes tenían un sitio y comían con Usami como si no existiese la división entre trabajador y jefe.

Era como ver una gran familia, platicaban entre ellos y reían, el conde se mantenía sereno pero participaba en la conversación, todo ese ambiente hizo sentirse extraño a Alaude, cosa que notó Usami y quiso ayudarlo a no estar así.

Solo fue por palabras externas que estuve al tanto de tu cocina pero ya de primera mano puedo decir que es una gran comida y a todos les ha gustado, esta delicioso-. Las palabras sinceras del menor sonrojaron levemente al chico de cabello bicolor que agradeció no solo las mismas sino también la invitación a cenar.

¿Siempre son así las cenas aquí?-. Era una pregunta que rondaba la mente de Alaude, pues no creía que alguien que fuese un conde comiese con la servidumbre y mucho menos que todos se trataran como si fueran familia de toda la vida.- Eres un conde ¿no? Esto no es algo normal para alguien como tú ¿O sí?

Entiendo a lo que te refieres, pues la verdad es que no, pensar en algo así antes era inconcebible... pero luego del divorcio con mi esposa ellos quisieron mostrar su apoyo y que estaban aquí para mí, así que se sentaban a comer conmigo sin falta, con el tiempo se volvió costumbre y ahora da la sensación de que es una gran familia un tanto escandalosa-. La extraña sinceridad que Alaude provocaba en Usami no tenía sentido para este, quien deseaba no hablar de más pero terminaba por hacerlo, sin embargo, tampoco quería dejar la conversación a medias.- Por ello en las tres comidas estan presentes, aunque no dejan de estar al servicio, ellos deben levantarse a servir si se necesita, como en este momento que estan por ir por el postre.

Cuando el conde dijo aquello, Natsu y Koutarou ya no estaban en la mesa, lo que indicaba que habían ido a la cocina por el tiramisu que este había hecho.

Una vez terminemos de cenar le pediré a Kirie que te lleve a tu casa, creo que convencerte para que trabajes no tiene sentido-. Con ello dicho Usami ya no habló más durante lo que quedó de cena y Alaude no fue capaz de hablar hasta que ya estaba en la puerta de la mansión a punto de salir.

Usami, no es que no tenga nada que perder pero... quiero trabajar aquí, aunque tengo una condición y a la vez un problema que tal vez se convierta en dos condiciones-. Ya había cruzado el umbral de la puerta acompañado de Kirie y Usami estaba dando la media vuelta para irse a su habitación, al escucharlo se dio la vuelta y le prestó atención.- El problema es que puedo cocinar casi cualquier platillo pero la repostería se me da fatal entonces yo...

Lo sé, sabía que la razón por la cual no conseguías ningún empleo en algún restaurante era precisamente por ello, no sabes preparar postres... Ahh, si aceptabas el trabajo, cuando el entrenamiento en defensa acabara yo te enseñaría repostería, pues estaba al tanto de todo-. Alaude había olvidado que Usami lo había investigado, era obvio que sabría de su único defecto, pero aún así le sorprendió bastante.

Entonces si planeabas enseñarme no tiene caso pedirte una segunda condición, de eso se trataba, se nota que eres realmente bueno en ello que supuse que tal vez contigo podría al fin aprender-. En la expresión de Alaude era obvia su vergüenza al respecto, mientras tanto Kirie observaba a ambos bastante interesado.

Siendo así, cual sería la otra condición que tenías planeada pedir-. Ligeramente curioso, el ojivioleta trataba de imaginar que le sería pedido para inmediatamente pedirle a su neko que lo consiguiese lo antes posible.

...Los libros... Los libros que estaban en tu despacho ¿Me dejarías leerlos? Solo vi momentaneamente pero tienes muchos libros de autores que me gustan y los cuales son difíciles de conseguir debido a su antigüedad-. Con gran pena al inicio, el chico de cabello bicolor explicó su condición, que tomó desprevenido al menor que esperaba algo de valor o extraño.

Esta bien, cuando no estes laborando puedes ir a mi despacho a leer los libros de la estantería sin problema, con eso aceptas trabajar para mí ¿Verdad?-. Alaude de inmediato asintió y Usami se alegró internamente, podría dedicarle más tiempo a su hijo sin preocuparse de la cocina.- Solo te digo algo, tienes el mando absoluto en la cocina ahora, por lo que en cuanto veas que el chef de mi papá quiere entrar a cocinar lo deberás sacar de inmediato de allí a menos que desees ver como explota el horno ¿Me haz entendido?

Por supuesto, entonces seré el chef de su casa ¿Joven Usami?-. El menor negó y le pidió que simplemente le llamara por su nombre, lo cual fue un alivio para Alaude, pues le era raro llamar a alguien de esa manera.- Entonces ¿A que horas me necesita aquí mañana?

Ve a casa por tus cosas, debes mudarte aquí de inmediato, hay una habitación lista para tu uso, solo es cuestión de que traigan tus pertenencias, esto debido a que antes del desayuno ya habrás aprendido todo sobre defensa personal, uso de armas y lo necesario para que no te tomen por sorpresa si llegan a atacar la mansión, Kirie acompañalo y dale los detalles respecto a lo que pasara, ahora, si me disculpan, mi hijo necesita dormir y no lo hará hasta que vaya yo mismo y lo arrulle-. El conde con aquello dicho dio media vuelta y fue a su habitación donde su bebé se encontraba siendo cuidado por su mayordomo, dejando con muchas dudas al nuevo chef.

Jajaja, tal parece que tendrás una madrugada divertida mientras mi pequeño amo te entrena, esperame aquí, iré por mi camioneta para ir por tus cosas, en el camino te explicaré lo que ese enano me pidió, lo encontraras cuanto menos curioso-. El neko alegre como de costumbre dijo aquello en lo que se iba al garage donde estaba su camioneta, ya que era lo más indicado para poder traer las cosas del muchacho, a los minutos regresó y este subió.- Bueno, entrar en detalles sobre lo que va a suceder ahora sería tedioso siendo sincero, trataré de resumirtelo, el asunto es que en cuanto dejemos tus cosas en la habitación que te será designada tú y Usami se irán por un par de horas a un sitio, para cuando regreses a casa sabrás todo lo necesario para defender esta casa y hasta podrías hacerte buen amigo de Usami, porque no lo había visto hablar tanto desde que se fue a beber el día después de su divorcio hasta hoy que los vi platicar en la cocina y durante la cena.

¿Nos escuchaste?-. Mientras Kirie conducía hasta la salida de Villa Certosa, Alaude le miraba esperando respuesta.

No lo hice queriendo, iba a la cocina por un vaso de jugo y terminé por escucharles, él parecía muy cómodo hablando contigo que me sorprendí y al final no me hice notar, preferí dejarles hablando-. El neko estaba siendo sincero, ver a su dueño hablar con alguien más y de manera casi amigable le alegro mucho pero eso no lo mencionó.- Tal vez tu llegada termine por mejorar el estado de ánimo de Usami, le hace falta un amigo, así que, si puedes, trata de ser ese amigo que tanta falta le hace.

En una madrugada dudo que sea posible, lo mismo con lo de aprender todo lo que prometió-. Eran obvias las dudas que Alaude tenía al respecto de todo, pero poco podía decir realmente.

Dulce receta diabólicaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora