||Narración normal||
El tiempo que estuvieron en la cocina pasó con rapidez, Usami mostraba a detalle y con paciencia como se realizaba todo y daba oportunidad a Alaude para intentarlo, lo corregía con amabilidad desconocida cada que cometía un leve fallo.
Pronto estuvieron platicando mientras el horno estaba en uso, pues poco podían hacer mientras tanto.
¿Entonces dices que tu esposa era una gran repostera?-. El conde había platicado sobre los postres que en ocasiones su ex preparaba para él, el tema era un poco molesto para el chef, pero no lo daba a mostrar.
Así es... pero me doy cuenta que nunca preparé algo con ella, tal vez hubiese sido divertido, con mi padre en variadas ocasiones cocinamos juntos como actividad para pasar tiempo de caridad, hablabamos de todo un poco cuando lo hacíamos... Aunque ella logró hacerme decir que era mejor repostera que él hace año y medio durante mi fiesta de cumpleaños, pues ambos habían hecho un pastel por ello, pero el de Kalani me había gustado más, mi padre aceptó la "derrota" aquel día y supuestamente le entregó el título de mi repostero favorito-. Era notable la nostalgia en las palabras del menor, pero no se le notaba triste, como si ya no doliese el recordar las vivencias con su viejo amor, eso de cierta manera alegraba al de cabello bicolor, pues le era bueno que este ya no sufriese por ello.- Sus galletas era buenas también, pero solía apenarme el pedirle que las preparara, así que la mayoría de las veces seguía preparando yo mis postres, pero era feliz si llegaba a preparar algo para mí.
...Se nota cuanto las amas...-. Aquella frase no estaba planeada que saliese de sus labios con tono triste, pero Alaude la había dicho y Usami lo vio un tanto confuso.
Pues sí... pero más bien diría la ame... hoy en día le tengo estima y aprecio por permitirme conocer la dicha del primer amor, pero ya no tengo sentimientos románticos por ella, sé que ahora es feliz con alguien más... Yo fui quien la sacó de mi vida, no hice nada por arreglar el problema y preferí alejarla antes de que la lastimase más, pues pensé que era lo mejor, a día de hoy sigo creyendo que fue la decisión correcta a pesar del sufrimiento que me cause-. El ojivioleta suspiro luego de decir aquello, cada que hablaba con Alaude sobre ella terminaba por tener un peso menos de encima, le reconfortaba poder hablar con él inexplicablemente.- Ahora solo tengo a mi pequeño Keiji y es todo lo que importa, a pesar de que no vuelva a ver a mi hija, sé que ella estara bien, su mamá es fuerte después de todo, así que esta en buenas manos... por lo demás, creo que ya estoy bien, aunque todos aquí les sigue preocupando mi estado de ánimo, incluso mis padres querían cancelar su viaje por su aniversario, tuve que convencerles de que lo realizaran, que yo estaba bien, pero son un tanto sobreprotectores... Kirie también insiste mucho en ello, dice que debo salir, hacer algún que otro amigo y divertirme, pero no es posible, tengo deberes importantes, ya no solo con mi hijo, sino también con mi trabajo como conde y perro guardián de la reina.
Tal vez en ello tengan razón, pero tú pareces demasiado responsable como para dejar todo a la deriva, aún así divertirse no estaría de más, despejarte puede ser de ayuda para este tipo de situaciones-. Antes de que el de cabello bicolor siguiera hablando el temporizador del horno sonó, causandole cierta emoción mezclada con preocupación pues era su primer intento de postre desde hacía ya mucho tiempo, le angustiaba haber fallado aún teniendo la ayuda del ojivioleta.
No debes preocupar, estoy seguro que salieron bien, seguiste adecuadamente las indicaciones que te di, es un hecho que sabrán bien, solo hay que unirlas con el relleno y dejarlas reposar-. Mientras decía eso, Usami tomó el guante y las sacó del horno, pero la incertidumbre seguía en la expresión del otro.- Ten confianza, conmigo a tu lado seguro tus postres serán deliciosos.
Esas palabras bastaron para que el cocinero sintiera las mejillas arder, el conde poco sabía que esas palabras tenían un gran valor para el corazón y los sentimientos de Alaude.
Los dos ahora untaban un poco del relleno para unir las galletas entre si e iban acomodándolas en una bandeja de plata, todo bajo un silencio de lo más agradable, pues era disfrutable el solo estar ahí con la compañía del otro.
Bien, ya se han enfríado un poco, es posible probarlas ahora, adelante, comprueba por ti mismo que esta vez no haz fallado desastrozamente al preparar un postre-. El conde tomó un macaron y se lo ofreció al cocinero, quien veía con duda el pequeño dulce de color rojo, tenía una confianza casi nula en aquel postre que preparó, pero bastó con mirar la seguridad que había en la mirada del ojivioleta para querer probarlo.
Tal vez debiste preparar algo de reserva en caso de que no saliese bien... ahh, bien, siendo un poco irónico, que sea lo que dios quiera-. Alaude ni siquiera se dio cuenta que no tomó el macaron sino que el mismo Usami se lo dio en la boca, al momento de masticarlo sus ojos se abrieron sorprendidos ante el buen y dulce sabor de este.- Q-quedaron deliciosos, lo... lo logre... ¡Quedaron deliciosos jaja! ¡Me salieron bien Usami!
Dejándose llevar por la emoción del primer postre que le salía, Alaude con una gran sonrisa abrazó a Usami con fuerza y dio vueltas con él mientras decía alegre que lo había logrado gracias a él.
El ojivioleta se había aferrado al de cabello bicolor en cuanto comenzaron a dar vueltas, le había tomado por sorpresa tal efusiva acción pero la alegría de este le fue contagiada de manera inevitable y dejo salir una pequeña risa.
Buen trabajo Alaude, sabía que podías hacerlo, solo era cuestión de intentarlo con la ayuda y enseñanza correcta-. El pequeño Michaelis terminó siendo cargado como usualmente lo era Ciel por Sebastián, de manera que le era fácil darle pequeñas y suaves palmaditas en la cabeza, pero al darse cuenta su mano se quedo quieta sobre el cabello del Blair y su rostro se tiñó de rojo.
En ese momento sus miradas se encontraron y todo quedo en silencio, pero no era del todo incómodo, era extrañamente reconfortante y a la vez causaba un sin fin de sensaciones, con lentitud Alaude bajo a Usami desviando sus miradas en el proceso.
G-gra-gracias... seguro que en las siguientes lecciones me saldrán bien si me muestras como se hace-. El ojinaranja sentía que su corazón saldría de su pecho por la manera en la que latía, ya no fue capaz de mirar de nuevo al ojivioleta que trataba a toda costa evitar que viese su rostro sonrojado.
N-no es nada, te prometí que te enseñaría y pienso cumplirlo, llegado el momento sabrás hacer cualquier postre sin necesidad de mi ayuda, por mientras sigue esforzándote... si me disculpas debo ir a ver un momento a Keiji, estas libre por el momento-. Con prisas, el conde se fue de allí, dejando sin saber bien que hacer a el cocinero, que tenía una una expresión dificil de explicar, no en un mal sentido por supuesto.
(...Podría jurar que su rostro sonrojado es lo más hermoso que he visto en toda mi vida y su risa... ¿Tenías que enamorarme más Usami?)-. Alaude miró los macarones que había en la bandeja de plata una vez antes de salir de la cocina con la mayor sonrisa de enamorado que podía tener y se dirigió a su habitación.
Pero el chef no sabía que habían sido observados por dos personas a través de la ventana de la cocina.
'"Jujuju, quien lo diría, yo sabía que Alaude podía ser lo que Usami necesitaba para superar a Kalani"'-. Un gatito de pelaje negro azulado y moño rojo corría en dirección al invernadero de rosas siendo perseguido por una rana azul con una estrella en su mejilla izquierda.- '"Estos días serán la mar de interesantes, te lo digo Rainy"'
'"Eso no quita que este molesto por lo que me contaste Kirie, aunque se que fue un incidente, además ¿Esta bien "shippearlos"? Usami amaba a la vieja, no creo que eso se olvide fácil"'-. Las palabras eran certeras, pero Kirie no parecía decaer con ellas, al contrario, parecía motivado.- '"Aunque, para qué me esfuerzo en persuadirte ¿verdad cariño? Yo igual te seguiré en tus ideas locas"'
'"Y por eso te amo mi querida ranita"'-. El neko le dio una pequeño beso de gracias mientras ronroneaba.
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Dulce receta diabólica
RomanceCuando la mansión de Usami se ve en la necesidad de contratar un chef, el destino llevará al actual conde a encontrar a un híbrido de íncubo y humano que llamara su atención apenas lo ve por la calle. Una vez logra tenerlo como parte de su servidumb...