Dulce receta diabólica

Paso 24:

||Narración normal||

El anochecer estaba ya comenzando, los dos que se irían a resolverlo todo por su cuenta ya estaban listos, no le habían dicho a nadie ya que era seguro que los detendrían, pero antes de irse decidieron ir a ver a sus respectivas parejas que estaban bajo los efectos de sedantes aún.

Kirie estaba en su habitación viendo a su esposo dormir, tenía unas cuantas heridas y vendajes, las heridas no habían sido tan graves pero se tomaban en consideración para evitar que se agravaran.

Con cuidado le había puesto un collar hecho con el lazo de su moño rojo cuando se hacía gato, este tenía los anillos de matrimonio y compromiso que le pertenecían, además de que le había puesto la pulsera que Rainy le había regalado en la navidad en que tuvieron su primera discusión seria.

Cariño, sé que tal vez esto no lo escuches y que al despertar te preguntes donde estoy, pero debo hacer esto, por tu bien y el del resto, iré a hacer una misión suicida, por llamarla de una forma, tengo que proteger el futuro de nuestros niños, quiero que los cuides bien en caso de que yo falte, es cruel despedirme cuando no puedes impedir que me vaya, pero es lo mejor, si alguien tiene que morir quien mejor que yo para hacerlo ¿No crees?... No, tú no creerías eso jeje-. El neko lloraba a mares a pesar de hablar tan calmadamente, tomó la mano de su esposo y la poso contra su mejilla para sentir el tacto de esta, quería grabar esa sensación antes de irse, después de unos momentos se puso de pie y beso los labios del peliceleste.- Recuperate pronto para que cuides de nuestros niños, adiós Rainy, tú sin dudar eres mi primer amor al cual jamás olvidaré.

Por su parte, Usami estaba en su habitación viendo como Keiji dormía junto a Alaude, quien a pesar de no recibir muchas lesiones sí estaba agotado, por lo que dormía profundamente.

Es una pena no poder decirte esto estando tú despierto, pero no hay otro momento, quiero decir que te agradezco mucho el que entrases a mi vida, que llenases mi mundo de color nuevamente luego de que todo fuese gris desde la separación con Kalani... Esto sí que te lo dije, tu sonrisa fue casi como el sol para mi día a día, es tan radiante que abrumó a mi soledad, tus abrazos son tan cálidos que me sentí seguro en más de una ocasión cuando sentía temor, no quiero que tus sonrisas desaparezcan de este mundo y por ello hago esto, sé que hacer todo por mi cuenta es arriesgado pero protegerte a ti y a Keiji es mi prioridad, así que si terminó con todo esto a cambio de mi vida, lo haré sin dudar, solo te pido cuides a mi niño y no olvides que estoy eternamente enamorado de ti, que te amo con todo mi ser-. Esa fue la despedida de Usami mientras dejaba en la mesita de noche una carta con lo que iban a hacer Kirie y él esa noche, les dio un beso en la frente a los que dormían y salió de su habitación para encontrarse con el neko, posteriormente solo salieron de la mansión sin ser vistos.

Las horas avanzaron hasta la madrugada, momento en que los niños de los dos que se habían ido despertaron llorando como si les hubiesen herido gravemente, tales llantos lograron despertar a Rainy y Alaude antes que a cualquiera.

Kokone y Kuroki habían ido corriendo a la habitación de sus padres en busca de consuelo, su padre un tanto desorientado por los restos de sedantes en su cuerpo trató de calmarlos hasta que notó que tenía un lazo rojo en cuello con los anillos que pertenecían a su amado gatito y que en su muñeca izquierda tenía la pulsera dorada con joyas rojas y moradas que le regalo en navidad, pronto cayó en desesperación y pavor, mientras sus hijos le abrazaban diciendo que sentían que les faltaba algo.

Con Alaude, el pequeño bebé lloraba en sus brazos mientras leía la nota que encontró al mirar hacia la mesita de noche, sus ojos ahora dejaban escapar unas cuantas lágrimas mientras leía dicha nota, trataba de asimilar lo que pasaba y el porque del llanto del bebé.