||Narración normal||
Eso es cierto, no es que lo hiciera con intención pero era normal dado su manera de querer cocinar todo... ¿Recuerdan hace una semana?-. Natsu fue el que continuo la plática mientras Alaude escuchaba atento y seguían con su labor de preparar todo para servir el desayuno.- Verás Alaude, Bard quiso cocinar con rápidez por lo que se le ocurrió que sería buena idea usar un lanzallamas para ello, nosotros ni siquiera supimos de donde lo saco, pero sí supimos que el señor Sebastián se lo confiscó y lo mando a correr alrededor del terreno siendo perseguido por un perro gigante blanco.
¡¿Un lanzallamas, un perro gigante?! ¡Eso es muy extremista!-. Para ese momento los cuatro caminaban al gran comedor para servir los platos a todos los que ya estaban ahí puntuales pero medio adormilados.
Los platos fueron repartidos y pronto los ojos de Kirie y Usami se abrieron con sorpresa al ver el desayuno frente a ellos, el resto no entendía porque la sorpresa pero no preguntaron.
Eran las 8:30 exactamente y el desayuno ya estaba llevándose a cabo, el primer bocado fue importante para el chef pues estaba expectante por las reacciones de los dos londinenses, en especial del conde, quien se sintió nostalgico al comer aquello, cosa que el de cabello bicolor notó.
[<-~×☆×~->]
El desayuno había finalizado y ahora Alaude se encontraba en su habitación con una sonrisa en su rostro mientras escuchaba los halagos de Kirie, quien estaba allí mostrándole los uniforme que le había hecho durante la madrugada.
En verdad te haz ganado mi respeto, ese desayuno me hizo sentirme como cuando era niño y vivía en Londres, lo mismo fue con Usami, lo noté en su mirada y pequeños gestos que hacía al comer, realmente eres un gran cocinero, ahora cuéntame ¿Pudiste ser ese amigo que necesita?-. Aquella pregunta tomó desprevenido a Alaude, quien se puso algo nervioso y un leve sonrojo se plantó en sus mejillas, lo que causó curiosidad en el neko.- ¿Qué sucede Alaude?
B-Bueno, sí, pude hacerme su amigo, me platicó muchas cosas luego de que me ganase su confianza, podría decirse que nos llevamos muy bien-. El de cabello bicolor evitaba a toda costa que su mirada se cruzara con la de Kirie, quien insitía en que se vieran de frente.- ...Pasamos buenos momentos e incluso bebimos un par de veces juntos...
¿Y solo eso pasó? ¿Sabes que es de mala educación no ver a la cara mientras se esta hablando con alguien?... ¿Será que pasó algo más?-. Aquella insinuación hizo respingar al chef, que tartamudeo un par de incoherencias y el sonrojo aumentó un poco.- Puedes contarme, no te juzgaré Alaude... aunque si no me dices siempre puedo preguntarle a Usami, él me platica todo si le pregunto...
No p-pa-pasó nada, por lo menos no algo relevante, digo en cinco años no es posible que uno pase de tener cariño amistoso a uno romántico ¿no...?-. Esas palabras hicieron que Kirie gritase y diera saltitos de emoción inexplicable, estaba sorprendido por lo que el de cabello bicolor había dicho.
¡Te enamoraste!... ¿O él se enamoró? Bueno, eso no importa ¡Es bueno!-. Bastó con decir aquello para que Alaude se lanzara sobre Kirie para taparle la boca y que no dijera nada más, quedando ambos en el suelo en una posición compremetedora.
Lo cual no hubiese sido ningún problema si no los hubieran encontrado de aquella manera, pues justo tocaron la puerta y pidieron permiso para entrar, cuando escuchó que algo cayó esa persona abrió la puerta y los vio.
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Dulce receta diabólica
RomanceCuando la mansión de Usami se ve en la necesidad de contratar un chef, el destino llevará al actual conde a encontrar a un híbrido de íncubo y humano que llamara su atención apenas lo ve por la calle. Una vez logra tenerlo como parte de su servidumb...