||Narración normal||
La rubia que estaba allí junto al fénix miraron confundidos a Alaude, pues no lo conocían para nada, por ello la chica estaba dudando si hablar o no, mientras el chef no sabía que decir o preguntarles para que dijeran sus motivos para estar allí.
Hey Alaude, el joven Usami pregunta quien toca... la puerta... ...¿A-Aria? ¿Eres t-tú, Aria?...-. Daniel había sido el que llegó al recibidor para saber porque tardaba el ojinaranja, en cuanto vio bien a la rubia quedó paralizado en su sitio, estaba en shock por verla de repente.
El de cabello bicolor vio con sorpresa entonces a la que estaba afuera junto al ave, era la ex-sirvienta y "ex-novia" del jardinero, el cual lentamente comenzó a avanzar hacia ellos, poco a poco pasó de caminar a correr hasta que la tuvo de frente y la abrazó con fuerza creyendo que era como en sus sueños, en los cuales imaginaba que nuevamente la tenía entre sus brazos.
Y-yo... te extrañé tanto, han sido los más largos meses de mi vida, quise buscarte pero no sabía a donde te habías ido, no sabes todo lo que sufrí al creer que jamás nos veríamos... oh... no... yo...-. Con arrepentimiento el jardinero se fue alejando de la chica, pues ni siquiera estaba seguro de que ella le tuviera algún cariño aún, solo corrió a abrazarla por instinto, pero en cuanto él rompió el abrazo ella lo retomó mientras sollozaba lentamente, lo que provocó que incluso Daniel dejara caer una que otra lágrima.- ...N-no llores Aria, tranquila, todo esta bien...
Aquello estaba siendo observado por el cocinero y el fénix, quienes les pareció lindo que Daniel y Aria parecieran aún amarse, pero la voz de Koutarou y Oikawa pronto se hizo notar al preguntar porque la tardanza, en cuanto vieron a los llegados también se sorprendieron, especialmente el pequeño Oikawa, quien miraba con ojos llorosos al fénix, que fue tomando forma humana.
¡Nix! ¡Nix!-. El mencionado abrió sus brazos en señal de que el que gritaba su nombre podía ir a abrazarle, pero antes de eso recibió una fuerte patada por parte del mayordomo jefe.
¡¿Después de todo lo que le hiciste llorar crees que dejaré que corra a tus brazos sin más?!-. Koutarou estaba molesto, había logrado sobrellevar, con la ayuda de Tomoe, la depresión que Oikawa había padecido cuando el fénix se marchó con su dueña Kalani, miraba al suelo donde terminó Nix debido al golpe y Oikawa había corrido para ver que estuviese bien.- ¡Eso es por apenas venir!... Si vuelves a marcharte dejándolo atrás juro que te romperé cada hueso a patadas, no quiero que vuelva a llorar diciendo que quiere morir porque tú no estabas con él, porque no pudo cumplir su promesa de casarse contigo ¡¿Lo haz entendido?!
Entiendo... no tengo planeado irme en todo caso, escapé para poder verlo una vez más-. Con los gritos todos habían llegado a la entrada y vieron asombrados a los dos que estaba allí, pero quien más se mostraba sorprendido era Usami junto a Rainy y Bon, que corrieron hacía el fénix para ayudarle a levantarse.- ...Hey, tiempo sin verlos, les diría que les manda saludos pero ella volvió a ser la de antes...
¿Qué hacen en mi mansión?-. El tono serio y frío del conde resonó por todo el lugar, estaba desconcertado por la presencia de esos dos , el resto que estaba allí decidieron irse de regreso al comedor, pues aquello era asunto de Usami, tan solo se quedaron Alaude, Daniel, Oikawa, Rainy y Bon pues eran los mas cercanos a los que tres que estaban allí.- ¿Por qué estan aquí, Kalani los mandó acaso?
N-no, yo ya no trabajo para la señorita Kalani desde hace un tiempo, me despidió poco después de que nos fuimos de aquí-. Aria se había alejado de Daniel para acercarse a donde estaba Usami, este le miró arqueando una ceja, ella se sintió levemente nerviosa.- No sé si este bien o si es posible, pero me gustaría volver a trabajar aquí... Aunque comprendo si no soy bienvenida de nuevo por haberme ido sin más.
Yo escapé para ver Oikawa, aún si no había querido irme, tuve que hacerlo, soy su caja-arma después de todo, me vi obligado a seguirla-. Nix se posó a lado de Aria para también ver de frente al conde que no sabía como actuar.- No le pido que me deje quedarme, porque seguro no querrá, solo quería ver a Oikawa, tan solo eso... necesitaba verlo.
¿Realmente creían que les dejaría entrar así sin más de nuevo a mi mansión? ¿Que consideraría la idea de dejarlos volver o quedarse?-. El ojivioleta era observado por los que se habían quedado allí con cierto miedo, los otros dos sabían que las cosas no serían fáciles, era obvio que el conde seguramente hubiese cambiado negativamente como lo hizo Kalani, pero bastó una mirada que pedía compasión por parte de Alaude para que este suspirara resignado.- ...Sus habitaciones estan intactas, pueden usarlas si lo desean, pero no volveré a tener esta clase de misericordia, si se van no seré benévolente de nuevo... y les repito, Aria y Daniel, la única habitación que no deja salir los ruidos de "amor" es la de Kirie, si piensan en hacer algo mantenganse en silencio, hay niños en la mansión, a ti Nix no te lo advierto porque sé que no eres capaz de hacerle algo, pero si él llora de nuevo no solo le rendiras cuentas a Koutarou, también lo haras conmigo, porque no creas que he olvidado la ocasión en que bebiste y fumaste estando Kalani embarazada sabiendo perfectamente que si lo hacías tu estado de ebriedad lo sentiría ella, ahora, si no han cenado, Daniel y Alaude les proporcionaran algo de alimento en cuanto regresemos.
El conde comenzó a caminar con el resto detrás suyo, pudo escuchar los murmullos felices de Oikawa y Daniel mientras hablaban con sus respectivas parejas, quienes también se escuchaban felices por volver a verles.
Eres muy amable Usami-. El chef se había adelantado del resto y dijo aquello de manera que solo el conde lo escuchase, este lo miró alzando una ceja.
Te lo deben, me miraste de manera que pedías bondad para ellos y eso hice, les di lo que querías... por cierto, después de esto duerme conmigo hoy también, pero dame el beso en los labios no en la frente-. El conde por fin entró al comedor dejando al cocinero paralizado en su sitio con las mejillas levemente sonrojadas.
Los que pasaron a su lado se notaban extrañados por aquello, pero solo Rainy y Daniel sabían que sucedía entre ellos.
[<-~×☆×~->]
La cena concluyó incluso más animada que en un principio, pronto los dos recién llegados habían sido integrados al ambiente familiar que se había desarrollado entre sirvientes y la familia Michaelis Phantomhive junto a sus conocidos.
Ahora habían pasado al salón donde Kirie y Rainy habían preparado como regalo a parte el interpretar una canción con guitarra y violín para que Ciel y Sebastián bailasen como lo hacían cada año en su aniversario, por supuesto no fueron los únicos en comenzar a bailar, les dieron unos momentos a solas y pronto los que tenían parejas se reunieron a bailar dejándoles a ellos en el centro.
Solo quedaron Koutarou, Usami y Alaude sin bailar, ya que Natsu y Kyotani se fueron por una emergencia en casa.
Por otro lados los niños bailaban entre sí, incluso Keiji, que siendo un bebé, era cargado por Kuroki y este bailaba con él mientras su hermana bailaba con uno de los hijos de Soma y Agni.
También, por obviedad, los que tocaban la melodía no bailaban, pero el tocar juntos les resultaba igual de romántico, pues en parte se dedicaban la canción, la cual era "A thousand years".
Pronto Koutarou fue sorprendido por su pareja que llegó algo tarde y también terminaron bailando, dejando solo a conde y chef viéndose con intenciones de invitar al otro a bailar, pero sin saber como expresarlo debidamente.
Mas solo bastó que Alaude extendiese su mano en dirección a Usami y este aceptara la silenciosa petición.
Cada pareja estaba en su propio mundo, uno donde las miradas de amor eran infinitas como el mismo espacio, el ambiente era tan especial que resultaba curioso como varios de ellos eran demonios o seres no humanos pero con la misma capacidad de amar como cualquier humano que existiese.
ESTÁS LEYENDO
Dulce receta diabólica
RomanceCuando la mansión de Usami se ve en la necesidad de contratar un chef, el destino llevará al actual conde a encontrar a un híbrido de íncubo y humano que llamara su atención apenas lo ve por la calle. Una vez logra tenerlo como parte de su servidumb...