Someday (Milo Manheim y tú)

8

- ¿pues que era? -. Dije.
- bueno, te conozco de hace más de un mes, se siente extraño, pero me apiadé a ti, eres mi mejor amiga, mi acompañante, no sé que hubiera hecho sin ti -.
- probablemente hubieras tenido otras personas, porque todas las chicas se mueren por ti -. Dije sonriendo.
- y eso no importa. Lo que importa de verdad es que no me importa que todas las chicas mueran por mi; porque yo solo muero por una -.
- ¡genial! -. Algo en mi se rompió.
- pues, eres buena escuchándome, y quería argumentarte esto -.
- ¿y quién es la afortunada, galán? -. Lo mire con una expresión pícara.
- bueno, es difícil de decir, pero al final me atreveré, porque llevo semanas planeando lo mismo -.
- ¿se lo dirás? Guao ¿cómo es que no me enteré?, somos mejores amigos, ¿por qué no me contaste? -. No quería saberlo, porque sabía que me dolería, pero necesito escucharlo, soy su amiga, su mejor amiga.
- la vida surge a valor de muchos: una teoría, un arché/arjé según filósofos presocráticos, cómo planteó Tales, el arjé es el agua, porque no podemos vivir sin agua, Anaxímandro, tuvo el arjé del apeiron que significa Indeterminado, indefinido y sin límites, Anaxímenes, que su arjé era el aire, porque se dice que el aire es un soplo vital, algo del alma, algo que yo siento ahora, Heráclito ponderó el fuego cómo arjé; creación y destrucción es lo que quiso decir que todo se destruye con el fuego y nace de él, Pármenides, que ha planteado el ser en el mundo, la búsqueda del ser y que sólo somos entes, Pitágoras que planteó que todo estaba hecho, sin embargo de matemáticas. Pues sé bien que todo esto tu lo sabes mejor que yo, pero quiero que sepas qué en mi caso, yo también he inventado mi propio arjé, ese arjé lo planteé cómo: _______, la creación del mundo, mi agua, tus ojos son mi apeiron, tus labios mi fuego, porque cada vez que los miro algo cobra vida, tu lo eres, la creación y mi destrucción, mi aire, mi soplo vital, dónde mi alma se acerca a la tuya, porque tu eres el ser y yo soy un ente, porque eres las matemáticas, complicadas de resolver, pero amigables al entenderlas, tu eres mi propio arjé, y necesito de mi arjé para vivir, eres una ley universal, ¿querrías dejarme vivir? -. Dijo sonriendo y tomando mi mano.
Quedé singularmente atónita, sus palabras, sus ojos brillando, y su mano sobre la mía.
- Milo, yo.... -. No podía herirlo, pero no sé realmente lo que siento, así que levanté mi mano y la coloqué sobre la de el. - te quiero, y me gustas, pero jamás he estado con alguien, eres lindo, y de verdad que eres muy especial para mi, Milo no estoy segura de esto, lo que tenemos, Milo, me gustas, repito, pero mi cabeza está en un nudo gigante, lo siento -. Me levanté, y corrí tan rápido cómo pude, logré divisar que Milo estaba hablando con la camarera, y no seguí mirando hacia atrás.

Milo, era lindo, sus ojos cafés casi miel, su cabello marrón enmarañado pero en parte sensual, y era tan alto que me hacia ver pequeña, ¿y si no volvíamos a hablar después de esto?, es mi mejor amigo, pero no se que hacer.

Algo me detuvo, alguien tomó mi mano, y volteé.

- Milo...-. Me besó, cerré los ojos y pude ver algo lindo dentro de mi mente, un beso, mi primer beso.