Someday (Milo Manheim y tú)

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Algo resonaba en la habitación esa noche, no quería despertar, hasta creí que era algo ficticio que mi mente formulaba algo, lo menos que quería en ese momento era despertar, pero lo hice porque ya que el ruido era demasiado insistente.
Me levanté a penas y abrí los ojos de apoco. Pues me doy cuenta que algo se sacude en la ventana, me levanto y enfoco mi vista hacia las bisagras de la ventana y veo una mano, comienzo a asustarme, finalmente desperté, enciendo la luz y voy en busca de mi bate que se encontraba en una caja al costado del armario.

Me dirijo hacia la ventana y miro.

- te lo advierto, llamaré a la policía si subes -. Dije decidida pero a la vez con temor.
- _______, soy yo -. Reconocí su voz y bajé el bate.
- ¿Milo? -.
- _______, estoy apunto de la muerte, ¿podrías ayudarme? -. Sin pensar lo tomé del brazo y con toda mi fuerza lo impulsé hacia mi.
- ¿qué haces aquí? -. Estaba limpiando sus rodillas.
- bueno, vine a verte -.
- ¿por qué? -.
- porque extrañaba esa carita de angel -. Dijo acercándose a mi.
Me besó. Lo empujé.
- ¿de verdad? ¿Me extrañas Milo Boo? -.
- _______, tranquila, te lo dije, yo no quería -.
- pero ella ahora es tu novia, ¿no? -.
- y el es tu novio, ¿no? -.
- no has respondido mi pregunta -.
- y tu tampoco la mía, pero en fin, ella no es mi novia, solo quiso sacarte celos -.
- pues no es forma y ¿para qué? -.
- bueno, estabas con tu novio -.
- no es mi novio -.
- ¿no lo es? -.
- no, ya vete -.
- ______, Por favor, dame una oportunidad -. Lo pensé y fui serena.
- todo el mundo merece una segunda oportunidad -. Sonreí.
- oh, ¡gracias _______! -. Me levantó por los aires.
- ya basta, que vas a despertar a mamá -.
- esta bien, ¿te veo mañana? -.
- si, claro, ya vete, no quiero que mamá despierte -.
- esta bien, solo que estoy tan feliz, te amo, te adoro, eres preciosa -. Reí.
- ya ya, debes irte -.
- esta bien, ya me voy -. Se dirigía a la ventana.
- Milo, ve por la puerta, te acompaño -.
- esta bien -. Abrí la puerta de mi habitación y me dirigí con el hacia afuera.
- ya ha pasado un mes desde que, ya sabes, ocurrió eso, pero si me dices que no quisiste y ella fue la dramática te voy a creer, porque esta tarde me di cuenta de lo cabeza hueca que ella puede ser -.
- no es cabeza hueca, aunque, un poco puede que si -. Reímos sigilosamente.
- bueno, no quisiera hablar de ella, se que puede sonar un poco inmaduro, pero no quisiera verla más -.
- yo tampoco quisiera, de hecho esta tarde me junté con ella porque dijo que no tenía con quien ir al supermercado y la podían violar o secuestrar -.
- es mayor, mucho mas que nosotros, no podrían secuestrarla, o prácticamente si podrían, pero tiene menos probabilidades que una niña pequeña -.
- es cierto, pero lo hice -.
- eres una buena persona -.
- pues tu lo eres más, tienes mucho valor para perdonarme, yo honestamente no lo hubiera hecho, sigo sin perdonarme, pero no aguanto sin escuchar tu voz, sin ver tu rostro de ángel, sin saber de ti y sobre todo sin ver esa radiante sonrisa que alegra mis días -.
- que tierno eres, pero quiero que sepas que no me siento cómoda ir tan rápido, me besaste y eso es muy rápido, hace un mes que no hablo contigo y es extraño volver así -.
- te comprendo, _______, estoy de acuerdo contigo, iremos de a poco, ¿si? -.
- me agrada -. Asentí y sonreí.
- a mi también -. Dijo. - bueno, ya me tengo que ir, es absolutamente tarde -.
- espera, ¿por qué viniste a visitarme? - 
- porque, honestamente, no dejaba de pensar en ti, en tu presencia de hoy, me costó imaginarte con otro chico y pues en todo este mes, hoy fue cuando los pensamientos y tu rostro en mi mente resonaban punzantes, tu inasistencia, tu viéndome en los pasillos del instituto sin dirigirme la palabra, cruzarme contigo sin abrazarte o tomarte de la mano, era lo mas duro para mí -.
- que lindo eres, bueno, es mejor que vayas, es demasiado tarde -.
- bastante tarde diría yo -.
- bueno, bueno, nos vemos mañana -.
- si, claro, nos vemos mañana -. Me dio un beso en la mejilla con sutileza y cariño banal.