30

1K 89 14
                                    

- ¿mamá iremos al centro comercial hoy? -.
- claro, hija, solo tienes que esperar hasta que el almuerzo esté listo -.
- si, mamá, por mientras iré a estudiar un poco de Filosofía pero haré una combinación pitagórica y será aleatorio con matemáticas -. Mamá rió.
- lo que digas, hija -.

Pues subí y tomé mi cuaderno de filosofía, vaya, cuanta materia me había perdido, todo el escepticismo de Gorgias y todas esas cosas, debía estudiar todas las conexiones de la epistemología, ¡sí que tenía que estudiar mucho! Al parecer no tenía mucho en mente, pero me decido a aprender todo.

- ¡hija!, ¿crees que puedas ir a comprar unas cosas al supermercado? -. Gritó mamá desde la plantea baja, pues, cerré mi cuaderno y corrí hacia abajo.
- claro, mamá, ¿qué es? -.
- aquí está la lista -. Me entregó un papel que decía: - limones
                  - zanahorias
                  - mantequilla
                  - Ketchup
                  - camarones
                  - champiñones

Asentí y me dirigí hacia afuera, cerré la puerta y avancé. Pues los senderos de mi barrio, eran bastante florecidos, pues, se podía sentir la brisa de los arboles golpeando sobre las ventanas de las casas de al rededor.

- ¡hey ______! -.
- ¡hey Shawn! -.
- ¿que tal? -.
- pues bien, me dirijo al supermercado, ¿y tú? -.
- al mismo lugar amiga mía -,
- ¡que bien!, por cierto, ¿no tienes frío? -.
Pregunté, porque el llevaba una camiseta.
- la verdad es que si, pero no quiero devolverme a casa a buscar una chaqueta, enfrento al frío -.
- vaya, que valiente -.
- bueno, tu estás muy abrigada -.
- pues si, estoy casi combatiendo el resfriado y el duro dolor de garganta que tuve hace dos días -.
- lo recuerdo, ni siquiera te vi y eso que vivo solo a unas casas de ti -.
- lo sé, es extraño, pero mamá dijo que habías preguntado por mi -.
- pues si, me preocupé, después de divisar aquel drama de hace un mes -.
- lo sé, no quiero recordarlo -.
- te entiendo, fue horrible, pero aquí tienes un amigo que te apoya -. Me abrazó.
- gracias, Shawn, te lo agradezco -.
- y yo a ti por ser tan positiva y tan tierna -.
- que lindo -. Reí.
Hacia bastante frío, faltaban solo algunas semanas para navidad, pues ya planeaba el regalo que le daría a mamá por navidad.

Llegamos al supermercado y estaba totalmente cálido, el abrió la puerta por mi y entramos, pues nos dirigimos a la sección de verduras, pues luego a todo lo que nos habían pedido nuestras madres.

- ¿te gusta el chocolate? -. Preguntó.
- pues si -.
- ¿cual dé estos te gusta más? -.
- este -. Dije señalando el Sahne Nuss indecisa.
- Mmmh, bastante buena elección -. lo tomó y lo echó en su canasto.
- ¿lo comerás? -. Pregunté.
- quizá -. Dijo sonriendo y sin mirarme.
- bueno, ya debemos ir a pagar, pues tenemos todo -.
- claro, vamos -.

Pues estábamos ambos en la fila para pagar lo que habíamos comprado.

- lindo Milo Boo, no quiero ese, sabes cual me gusta, querido -. Escuché de la caja vecina, miro.
Se trataba de Milo y Holiday, habían vuelto, al parecer. Shawn también los miró.

- vaya que estupidez, te cambia por esa chica cliché incapaz de pensar por si misma -.
- no te preocupes, Shawn, el ya no me importa -. Dije encogiéndome de hombros. Shawn me abrazó como si fuera su novia.

Milo miró con una expresión de lástima y sosiego.
Hasta que pagamos, el momento nuevamente se hizo cómodo.

Salimos con nuestras bolsas en nuestras manos y comenzamos a reír sin parar, bueno era bastante graciosa la morisqueta que Shawn había hecho.

Shawn hurgó en su bolsa unos segundos y me miró.

- me parece que esto es suyo, dama -. Dijo al entregarme el chocolate que había comprado.
- ¿para mi? -.
- obviamente -. Sonreí.
- gracias, no debiste, eres un gran amigo -.
- y tu, la mejor de las amigas -. Lo abracé.
- disculpa, deben darme permiso -. Dijo Holiday que venia de la mano de Milo.
- esta bien, diva sin cerebro -. Dijo Shawn.
- ¿sin cerebro?, discúlpame, tu eres el sin cerebro -. Dijo ella.
- disculpa, niña mimada, pero el no es el que no respeta a las demás personas, por lo menos el tiene valores y pide permiso, no grita como una perica para que se vea divina entre las cabezas -. Dije.
- maldita mimada -. Dijo Holiday.
- déjala, si le dices algo te quedarás sola -. Dijo Milo. - ella dice la verdad -. Dijo antes de que ella protestara.
- vámonos, Shawn, estamos perdiendo el tiempo -. Le susurré. El asintió con un poco de rabia.

Someday (Milo Manheim y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora