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Comencé a ducharme, de todos modos, el tiempo no me quedaba, ya que se encontraban todos en pie, y yo aquí recién despertando, pero aún así, me quedé hasta tarde viendo de universidades y postulaciones, en solo tres meses salgo del instituto para siempre, para luego irme, elegí la mejor opción, pues la universidad siempre es la mejor opción, de todos modos también debo pensar comercialmente, hablo de la manipulación del dinero a mi futuro, porque es algo difícil ahora, tengo que discutir con mi mamá el arancel de la universidad ya que tengo la mayoría de las becas gracias a mis calificaciones, pero necesito mas que eso si quiero entrar a la mejor universidad del mundo en sí, no puedo  decir con exactitud que es la mejor, pero para mí, es la mejor de las mejores.

- bueno, estoy aquí -. Dije sonriendo al fin de la escalera.
- ¿cómo estás? -. Preguntó Milo mirándome.
- estoy bien, gracias, ¿y tú? - .
- también bien -. Me dió una linda sonrisa.
Bajé y me senté en la silla junto a la mesa totalmente tranquila, fue extraño, me sentí extraña, me mordí el labio, y Milo me miró extrañado, me vino un escalofrío de la nada.

- ________, ¿estás bien? -.
- la verdad no, me siento muy decaída, como desorbitada -.
- ________, ¿que ocurre? -.
- me siento extraña -. Milo palpó mi frente e hizo una mueca de dolor.
- tienes fiebre y mucha -. Dijo levantándose. - ven vamos a tu habitación, debes recostarte, te traeré un paño helado y más cosas -. Dijo y ayudó a levantarme.
No quería decir nada, la cabeza me dolía un montón, me sentía demasiado débil, fue demasiado extraño, de un momento a otro comencé a sentirme así, sentí como Milo me llevaba en sus brazos.
Me recostó sutilmente en mi cama, y no me moví, sentí la suavidad de mis sábanas y de mi almohada, quería dormir, pero el dolor de cabeza no me lo permitía.

- ________, ¿cómo te sientes? -. Seguía escuchando la voz de Milo, cómo también podía verlo.
- mejor, gracias por preocuparte por mi -.
- no agradezcas eso, sabes que siempre lo haré -.
- agradecer es un valor que corre por mis venas y es el respeto tengo -.
- que linda -.
- no -.
- pues si, siempre lo eres, y algo me dice que lo serás por la eternidad -.
- no digas eso -.
- pues lo estoy diciendo -. Me lleve la mano a la cabeza por el dolor, Milo se levantó y me miró detenidamente. - ¿está todo en orden? -.
- si -. Dije débilmente con una expresión de dolor.
- debo dejarte descansar -. Dijo tratando de arroparme hasta el cuello, me dió un beso en la mejilla y salió de la habitación.

Me sentí extraña, totalmente, la rigidez de las sábanas estaban siendo consumidas por el estado febril de mi cuerpo, deseaba quitarme la ropa de tan cálida situación, quizás tener mi pijama, así que me dirigí al baño y me cambié de ropa a pijama, al llegar a la cama de nuevo, me tomé el tiempo de arroparme como se debe y de inmediato mis ojos comenzaron a cerrarse sigilosamente, con bastante cuidado, hasta que sentí una fuerte vibración, quitó toda la paz de mi interior. Me incliné a ver de que se trataba, y pues era mi teléfono sonando insistente, lo tomé y respondí.

- ¿_________? -. Reconocí de inmediato aquella voz.
- ¿Shawn? - . Dije extrañada.
- ¿cómo estás? -.
- pues bien, disculpa, ¿para qué me llamas? -.
- pues, estoy aquí en el centro comercial y hay un tipo extraño, se llama Johan, pareciera que anduviera drogado o alcoholizado, pues dice que es tu primo, dijo que tenía que ver algo con _______ Smith -.
- ¿hablaste con él? -.
- si, y esas cosas me dijo, ¿quieres que lo lleve a tu casa? -.
- pues no lo sé, ni siquiera puedo levantarme de la cama, tengo fiebre -.
- no te preocupes, lo llevaré a tu casa, no tengo ningún problema, aparte iba hacia la mía ahora, no me costara nada, he tomado el carro de mamá -.
- si puedes, te lo agradecería demasiado -.
- no te preocupes -. Colgué.

Johan, es extraño, ¿por qué Johan había hecho eso?, era bastante extraño, no podía ser Johan así. Tanto pensar me quedé dormida, pero desperté oyendo algunos ruidos extraños, abro la puerta y se oye una pelea entre Shawn, Milo y Johan, bajo como puedo las escaleras y ellos estaban peleando.

- ¿qué haces aquí idiota? -. Preguntaba Milo enojado.
- ¿qué haces tú aquí? -. Shawn le contestaba. Comenzaron a acercarse y yo fui a separarlos, pues con la fuerza de ambos no pude y me expulsaron fuera, me golpee con algo, la verdad, no se que habría de ser, comencé a ver borroso y escuchar las voces borrosas, luego veo a un rostro, pero me costo ver quién era, mis ojos comenzaron a cerrarse solos, seguí escuchando voces borrosas aún por unos instantes, tenía calor en el fondo, me sentía abatida, aunque enseguida comencé a perder los movimientos voluntarios de mi cuerpo, y comencé a sentir la nada misma.

Someday (Milo Manheim y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora