13

1.9K 133 13
                                    

Mamá me ayudó a bajar las escaleras de apoco, me sostuvo el brazo todo el tiempo hasta sentarme finalmente en el sofá, no podía utilizar mucha fuerza, hasta terminar la semana, aunque prácticamente podía caminar por mi misma, pero subir las escaleras era de mucho esfuerzo. Me senté en el sofá y tocaron la puerta.

- ______, ¿cómo te encuentras? -. Entró el chico Milo.
- bien, gracias -. Dije intranquila, traía una rosa en su mano.
- esto es para ti -. Dijo entregándomela.
- gracias, no debiste -.
- si debí -.
- tengo que hablar contigo, a solas -. Dije.
- ¿sobre? -.
- ¿podemos hablar afuera? -.
- si, claro -.

Nos dirigimos a la cocina y salimos por la puerta hacia el patio trasero, pues el tomó la silla de mimbre y la abrió para mi.

- gracias -. Solté.
El tomó asiento.
- ¿qué me quieres decir, _____? -.
- bueno, hace unas horas atrás me llegó este mensaje -. Pues saqué mi teléfono del bolsillo y comencé a buscar el mensaje, lo encontré y le entregué el teléfono para que pudiera leer el mensaje.
Desde mi punto de vista, parecía leyendo, así que me relajé en el asiento.
Esperé hasta hallar esa expresión nerviosa en el.
- disculpa que ella te haya hablado, lamento mucho eso, pero verás lo que dice en el texto no es verdad, supongo que no debes recordar cuando discutía por teléfono con una chica -.
- prácticamente no -.
- bueno, yo terminé con ella porque me manipulaba demasiado, y porque era mayor, creía que tenía mayor influencia en mi, pero llegaste tú y me mostraste lo que en realidad era el amor, pero le diré que no te hable, ni te diga esas cosas -.
- vaya, pero no le digas nada, o seguirá persistiendo -.
- vaya, tienes razón -.
- claro, porque si le hablas, ella se volverá mas loca aun -.
- si, y que te haya enviado eso es horrible, me pregunto, ¿cómo ha conseguido tu número? -.
- ¡lo sé! Lo mismo me pregunté -. Dije sonriendo.
- está loca -. Dijo devolviéndome el teléfono. - _____, debes saber que no es verdad -.
- lo sé, nadie es de nadie -.
- claro, y no te preocupes, no me alejaré de ti, y no te preocupes por ella, no te hará nada en absoluto, y tampoco dejaré que haga nada; después de todo, ella no me importa, solo me importas tú, siempre te protegeré -.
- gracias, Milo, pero, ¿estás seguro de que quieres seguir conmigo? No te recuerdo, y me costará hacerlo, y veo que hemos tenido problemas en lo poco que lleva de la semana -.
- claro que estoy seguro, y tranquila, yo estaré feliz de estar contigo, mientras tú seas feliz a mi lado, esos problemas dejarán de existir, no te preocupes, estaré mucho mas pendiente de ti, no te dejaré sola nunca más, de hecho estoy pensando en cambiarme a química, ya que física es tedioso, y me está yendo mal, y peor, están aquellas amigas tuyas acompañándote, aquellas que te hicieron resbalar y te hicieron perder el recuerdo de -. Se detuvo un segundo y miró hacia abajo.- Mi -.
- pero no te preocupes, no tardaré en recordarte -.
- lo sé -. Se acercó a mi y tomó mi mano.- eres tan bella -. Sonreí.
- no sé que pueda pasar entre nosotros, pero me agradas -.
- tu también a mi -. Dijo sonriendo.
- tienes las manos tibias -. Dije.
- si, y tu estás helada -.
- ¿por qué será? -. Dije sarcásticamente. Milo rió.
- ¿cuándo irás a clases? -.
- el próximo lunes, verás, no puedo moverme mucho, ni pensar en exceso, o si no, mi estado puede pasar a un estado grave y prácticamente puedo morir -.
- no te preocupes, yo te ayudaré en eso -.
- ¿me prestas tus apuntes? -.
- claro, te los traigo mañana por la tarde, ¿si? -.
- gracias -.

Se escucha que se abre la puerta de la cocina.

- _______, ya está lista la cena y llegaron los otros familiares -.
- voy -. Dije despacio, pero lo suficiente fuerte y claro para que me escuchará.
Milo me ayudó a levantarme y caminamos hacia adentro. Estaba lleno de mi familia de Oregon, bueno, era familia materna, y todos vinieron a apoyarme, no pude sentirme mas feliz.
Muchos me preguntaron por Milo, que el siguió a mi lado el resto de la tarde, pues, sin dudas dije que era mi novio, porque así lo era, supongo, y no podía dejarme llevar por la amnesia, tenía que darle una oportunidad, aunque mi mente me decía que no.

Someday (Milo Manheim y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora