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Subí sutilmente la acera ya que me sentía un poco mareada.

- ahora, te irás a recostar para que te encuentres mejor, ¿sí, hija -. Dijo mamá a mi lado.
- si, mamá -. Dije avanzando.

Tranquilamente subí las escaleras, paso por paso, escalón por escalón, se sintió bastante extraño esta vez, ya que sentí un peso extraño en mi, como si me costara subir los escalones, recordé cuándo tenía aquel dolor terrible en la cabeza, cuando ocurrió el accidente, pero aún así no me detuve, seguí subiendo escaleras, se me hicieron eternas en sí. Pero al abrir la puerta de mi habitación, mis pies se volvieron inútiles y comenzaron a avanzar a duras penas hacia la cama, a pasos extraños y decayentes.
Me recosté de golpe en mi cama y comencé a taparme con las sábanas hasta el cuello, sentí un escalofrío extraño que meció todo mi cuerpo, con mis fuerzas dí vuelta mi cuerpo en un ángulo de 90• grados, y mis ojos comenzaron a cerrarse lentamente, cómo el sol se oculta en el amanecer, noté negro, no vi nada, mis párpados estaban sellados, me encontraba totalmente cansada en aquel momento, me quedé allí sin importar el tiempo, sin importar la circunstancia, sólo me quedé allí con los ojos dormidos y con absoluta paz.

Se oyen unos ruidos muy fuertes los cuales hacen que me despierte netamente de golpe.

Intento socorrer a mis ojos para que se enfoquen en el ambiente.

- ¿Milo? ¿Qué haces aquí? -.
- sé que es tarde, ________, pero debo estar contigo -.
- ¿por qué? -.
- _________, es hora de decirte lo que en realidad siento por ti, ________, te amo, y estoy muy enamorado de ti, estuve pensando en todo y realmente siento algo precioso por ti, algo que realmente me produce estribores dentro de mi, cada vez que veo aquella hermosa carita de ángel, surgen las famosas mariposas en mi estómago, _________, contigo he sentido el paraíso y jamás quisiera hacer nada que te haga daño en sí, te amo de maneras inexplicables, y tu, para mí eres la perfección divina, eres la princesa más hermosa de la existencia, deja a tu corazón soñar, princesa -. Me tomó de las manos.
- Milo, esto que dices, en realidad es muy bello, y me conmueve, también te amo Milo, es cierto, debo seguir siendo fuerte en todo, y quiero que me expliques algo -.
- ¿qué cosa? -.
- bueno, quiero saber, quién es la chica de instagram -. Saqué mi teléfono del bolsillo de mi sweater, y lo busqué, al encontrarlo se lo mostré. Vi su expresión de tranquilidad, hace unos segundos, se encontraba muy nervioso.

- ella era mi mejor amiga en Dallas, la extraño, y publiqué aquella foto de hace tiempo, la quiero demasiado, aunque sé que no la veré jamás en la vida -. Se entristeció.
- vaya, creí que era algo más negativo -.
- _________, al igual que tu me dijiste hoy, yo te amo con toda mi alma, jamás podría engañarte o irme con otra chica, ya lo sabes, ________, confía en mi, ella es solo mi amiga, ni siquiera hablo con ella, se casará este año, y ni siquiera me invitó a su boda -.
- ¿es mayor que tú? -.
- solo un año, subí esa foto para que se acordara de mi, o al menos me invitara a su boda, que es en una semana, iría contigo, con mi hermosa novia -.
- me gustaría -. Sonreí. - espero que te hable -.
- no lo sé, aunque no es de mucha importancia, me importa más que nosotros nos casemos -. Reí.
- Milo, no digas tonterías -. Seguí riendo.
- no son tonterías, yo se que tú serás mi esposa algún día -.
- no es correcto para mi pensar en aquellas cosas ahora, quiero enfocarme en qué será de mi, sabes que gusta la abogacía, y no descansaré hasta lograrlo, Milo, lo sabes muy bien, sabes que mi cabeza tiene un orden muy determinado ahora -.
- lo sé, princesa, sólo estaba bromeando contigo, aunque si nos casaremos -. Sonrió, su sonrisa era preciosa, hacia iluminar toda la habitación.
- Milo, ¿quieres hacerme un favor? -.
- si, dime -.
- cántame una canción -.
- esta bien -. Se dirigió donde se encontraba mi guitarra y se sentó en la silla de escritorio. Comenzó:

At the sunshine of my eyes
I just wanna see how beautiful you are...

Siguió cantando con su voz tan suave pero a la vez tan varonil, cerré mis ojos y de allí no me moví.

Someday (Milo Manheim y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora