Eun Ah por su parte, había dormido maravillosamente. Después de tanto trabajo y constantes noches de desvelo por fin era capaz de descansar.
En ese momento se encontraba desayunando en la cocina de su pequeño departamento. El jugo de naranja frío resbalaba por su garganta y atenuaba el calor matinal de la primavera. Puso el vaso sobre la mesa y una gota resbaló lentamente. Ella la vio y también vio algo más. Los labios húmedos y entre abiertos de Taec. Con uno de sus dedos recogió la pequeña gota y lentamente se la llevó a los labios. Era dulce y fresca. ¿Sabrían igual sus besos? ¡Genial! Ahora era incapaz de tener un desayuno tranquilo sin pensar en sus labios.
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Más tarde, mientras se dirigía al trabajo; recordó el primer encuentro que había tenido con Taecyeon exactamente 4 meses antes.
Ella era nueva en la revista y no entendía muy bien que era lo que tenía que hacer, así que se pasaba el día tomando notas en un pequeño cuaderno para asegurarse de que no se le olvidara ningún detalle importante. Afortunadamente su jefa, era una buena persona, algo olvidadiza y amante con locura del trabajo pero era amable, al menos con ella.
Le tomó un par de semanas acostumbrarse al ritmo de trabajo de la empresa pero en poco tiempo se sentía como pez en el agua. En una ocasión en particular debía reunir a cierta cantidad de modelos masculinos para una sesión de fotos cuya temática era "Mapa erótico, como volverlo loco en la cama" y junto con la escritora del artículo, la editora y el fotógrafo escogerían a aquellos que tuvieran el mejor cuerpo, pues las fotos se harían muy de cerca. Al final, la jefa de Eun Ah, había tenido que salir de viaje y le había encargado a ella que ocupara su lugar.
Eun Ah se sentía nerviosa entre tanto hombre alto, guapo y musculoso; pero intentaba controlarse lo mejor que podía. Cuando el primer grupo de modelos entró en la habitación, a ella le pareció que tenía el trabajo perfecto. ¿A quién le pagaban por ver hombres guapos con lindos rostros?
Justo entonces vio su rostro. Se destacaba por sus líneas duras y masculinas y una mirada intensa que estaba totalmente enfocada... ¡en ella! Eun Ah desvió la mirada inmediatamente.
La selección de los modelos era bastante sencilla. Debían quitarse la ropa para quedarse en ropa interior únicamente. Eun Ah y los demás debían evaluar sus cuerpos, sus rostros y la imagen general de ellos. Se sentía intrigada por ese extraño que no dejaba de observarla con una mezcla de ... enojo y burla.
Uno a uno, los modelos fueron examinados minuciosamente pero el proceso se estaba llevando más tiempo del esperado. Después de una hora, el fotógrafo; un hombre excéntrico que gustaba de usar lentes de sol opacos en lugares cerrados y boinas hasta en verano, decidió tener un descanso, pues debía llamar al spa canino, para verificar que sus dos chihuahua tuvieran el trato que merecían. Excentricidades de diva.
Eun Ah se había acercado a la mesa del café pero se sentía observada constantemente. No lo escuchó acercarse, pero cuando se dio vuelta Taec estaba allí, muy cerca. Ella percibió el aroma de su aftershave y algo en su cerebro se activó. La mezcla de su aroma y la mirada de odio que despedían sus ojos eran una mezcla peligrosa que le erizaba la piel y la había puesto alerta.
-Eun Ah... eres Eun Ah, ¿no es cierto?- dijo él lentamente intentando controlar su coraje.
-S.. Si. ¿Quién eres tú?- dijo ella en voz baja. Un leve dolor de cabeza había comenzado a surgir. Lo vio apretar los labios.
-¿Planeas fingir que no sabes quién soy?-una sonrisa de burla se asomó a sus labios. – Dime algo, ¿cómo pudiste hacerme eso?
Ella no tenía idea de lo que él estaba diciendo y el dolor de cabeza se hacía poco a poco más latente.
-No sé de qué estás hablando; yo... yo no te conozco.
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Sun Mi observaba la escena desde el otro lado de la habitación. Intentando contener su impulso de detener la extraña conversación que Taec y Eun Ah sostenían junto a la mesa del café.
Las dos chicas se habían conocido algunos años atrás en Inglaterra, cuando ella aún estudiaba para convertirse maquillista profesional y pronto se habían vuelto buenas amigas, incluso habían llegado a compartir departamento, antes de que el Eun Ah tuviera que irse. Y si sus sospechas eran ciertas, ese chico debía ser una parte clave en la vida de su amiga. Aunque a juzgar por su mirada, no se veía muy contento de estar en la misma habitación con Eun Ah.
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Eun Ah no se sentía bien. Le había pasado antes; había aprendido a reconocer los síntomas. Las manos sudorosas, el dolor de cabeza repentino, la respiración agitada, la sensación de mareo, pero en esta ocasión había algo nuevo, un síntoma que hasta entonces no había sentido; unas ganas intensas de tirarse en los brazos de aquel desconocido y buscar protección. Pero ¿cómo podía querer abrazarlo, cuando en realidad su mirada amenazaba con querer lastimarla, aunque ni siquiera sabía por qué?
Veía los labios del hombre moverse, pero no escuchaba lo que decía.
-Me... me siento mal- dijo en voz apenas perceptible.- Por favor... déjame salir.

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Enamorándote nuevamente
RomanceADVERTENCIA: La siguiente historia contiene escenas para adultos, contenido sexual y vocabulario explícito. Apto sólo para mayores de edad. Cinco años atrás Lee Eun Ah y Taecyeon comparte...