Enamorándote nuevamente

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Nichkhun había huido tan pronto había terminado la sesión.

Sun Mi también se había ido, después de ayudar a su amiga a cambiarse a su ropa normal, pero antes de dejarla en las puertas de la redacción le había deseado suerte a Eun Ah.

Taecyeon la encontró esperándolo a las puertas del edificio.

-¿Qué haces aquí?- preguntó él malhumorado

-¿Aún estás molesto? ¿No te gustó el beso?- preguntó ella fingiendo inocencia.

-Es tarde, te llevo a tu casa.- respondió él dirigiéndose al auto.

Durante el trayecto, él no dijo una sola palabra; pero a ella no había parecido importarle. Cuando llegaron a casa de Eun Ah, él se tiró en el sillón y momentos después sintió el cojín hundirse y el calor del cuerpo femenino.

-No me gusta verte con él.- dijo sin abrir los ojos.

-Lo sé. ¿Sabes porque te besé?- preguntó y él negó con la cabeza- No sé como lo haces, pero tu presencia me provoca querer estar contigo de todas formas. Y...  te besé porque pensé que si lo hacía sería más fácil para mí contarte la verdad sobre lo que pasó hace años. Y así tú me dirías porque existe esta atracción animal entre nosotros que me hace imaginarte en mi cama por las noches y soñar despierta con tus labios durante el día.- continuó.- Sé que hablaste con Sun Mi, pero no ha querido decirme lo que sabe.-

Taecyeon la vio levantarse del sofá y caminar a la ventana de la sala. Aún llevaba el maquillaje que Sun Mi había creado para ella y el cabello tal cual lo había peinado el estilista. Se veía femenina, pero ya no había miedo o fragilidad en su mirada como la primera vez que se habían visto.

" Pérdida parcial de la memoria. Evasión de la realidad. Depresión profunda... eran sólo parte de las anotaciones que hay en mi expediente médico..."

Eun Ah sintió unos brazos envolviéndola y recargó su cabeza en el amplio pecho del hombre y suspiró.

-Shhh. Ahora no. Ahora sólo quiero descansar y abrazarte. Lo demás no importa.- y bajó sus labios a los de ella. Unos minutos después ambos entraron en la habitación de ella yTaec la depositó suavemente en la cama e inmediatamente se acostó a su lado, poniendo su brazo bajo su cabeza. Ella se abrazó a él instintivamente y cerró los ojos.

Ninguno se movió. Horas más tarde las respiraciones de ambos eran profundas y acompasadas. Los labios de él estaban sobre la frente de ella. Por primera vez en mucho tiempo, Taecyeon se olvidó por completo del mundo y las lágrimas que había derramado hace 5 años y Eun Ah durmió plácidamente sin pesadillas, confusión mental o sueños eróticos.